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Reportaje:Infraestructuras en Euskadi

El AVE y más carreteras

Euskadi afronta las mayores inversiones de su historia en infraestructuras, lideradas por el tren de alta velocidad - La 'Supersur', en Vizcaya, el otro gran proyecto

Nunca en su historia Euskadi había alcanzado tal inversión en sus infraestructuras. Sólo dos de las que ya están en marcha, el AVE y la Supersur (la nueva autovía de peaje en torno a Bilbao), obligarán a dedicar cerca de 8.000 millones a lo largo de la próxima década. La bonanza de los últimos años ha permitido a las instituciones vascas embarcarse en ambiciosos proyectos que, ya encarrilados, terminarán de ejecutarse en los próximos años.

El tren de alta velocidad es el proyecto prioritario. Ha requerido 20 años de gestiones, polémicas con el Gobierno central y se ha visto sacudido por los atentados de ETA, pero en 2007 las obras del AVE vasco empezaron a arrancar con lentitud en Álava. Ahora el 80% del ramal Bilbao-Vitoria (de 94 kilómetros) está en obras o adjudicado, y en Guipúzcoa se espera que a finales de 2010 se encuentre en esa situación el 60% del trazado, que suma cerca de 90 kilómetros. El consejero de Transportes, Iñaki Arriola, se ha comprometido, tras desbloquear los proyectos de los accesos a Vitoria y a San Sebastián, a acabar en estos dos meses con la indefinición de las entradas a Bilbao e Irún, sin apenas progresos en tres años. Estos retrasos (sólo está avanzado el proyecto constructivo de San Sebastián) amenazan con un escenario insólito: la línea acabada pero sin las estaciones donde debe parar el tren.

El metro sigue ampliándose en Vizcaya y también lo tendrá Donostialdea

La inversión superará seguramente los 6.000 millones de euros (ahora, sin los accesos a las cuatro ciudades indicadas se calcula en 4.100 millones), una cifra astronómica para una infraestructura en Euskadi.

Salvo esta excepción, las carreteras siguen siendo las principales inversiones, y entre ellas sobresale la Supersur, la carretera de pago que pretende aliviar la saturada A-8 en el área metropolitana de Bilbao, con un presupuesto de 1.300 millones. Si no hay contratiempos, la primera de las fases, entre la capital y Portugalete, estará disponible para 2011. El nuevo plan viario de la Diputación de Vizcaya, aprobado hace unos meses, incluye partidas por 3.700 millones hasta 2016, entre ellas el nuevo acceso a Bilbao por San Mamés, que sustituye al de Sabino Arana.

En Guipúzcoa, el próximo año es el clave, puesto que se prevé concluir los dos grandes proyectos viarios en marcha: el segundo cinturón de San Sebastián (17 kilómetros de autopista que absorberán los 100.000 vehículos que transitan a diario por la variante donostiarra) y la autovía de Urumea, que persigue reducir los 30.000 que ahora circulan por la N-I entre Andoain y San Sebastián.

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En Álava, lo más destacable es el soterramiento del ferrocarril a su paso por Vitoria, que hará realidad la transformación urbanística más importante de los dos últimos siglos. Una operación de 476 millones en la que se incluye la entrada del tren de alta velocidad por el noreste.

De esta vorágine de proyectos no se puede olvidar al metro, el transporte más utilizado en Euskadi (con casi 90 millones de viajeros), que continúa con sus ampliaciones en los municipios cercanos a Bilbao. Pero también llegará a San Sebastián con la remodelación del Topo de Euskotren para Donostialdea, que permitirá frecuencias de 7,5 minutos al centro de San Sebastián, la mitad que ahora. Habrá un suburbano subterráneo en la capital guipuzcoana y un ramal, prácticamente bajo tierra, entre Irún y Hondarribia.

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