"He matado mis sentidos"
Los años que sucedieron a la publicación de Tierra baldía (1922), obra que marca la madurez artística de T. S. Eliot, entrañaron una tortura para el dramaturgo, crítico y ante todo padre de la poesía moderna. Los dos empleos que requería su sustento y la angustia ante los problemas psiquiátricos de su primera mujer, Vivien, se habían traducido en una parálisis creativa que el escritor angloamericano detalla en sus relaciones epistolares con amigos, familiares y colegas.