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El juez Garzón media entre las posturas enfrentadas

Hace cuatro años un foro sobre energía eólica marina en la costa de Trafalgar convocado por la Diputación de Cádiz dejó debates crispados, enfrentamientos verbales entre las partes y hasta un infarto. Ayer las jornadas en Chipiona sobre el mismo asunto se saldaron con un ambiente más relajado. Pudieron participar todas las voces. La mayoría de responsables técnicos favorables al proyecto, pero también tuvo voz la Plataforma Por un horizonte sin molinos, que congrega a todas las opiniones contrarias.

"Todos queremos luchar contra el cambio climático pero ni a cualquier precio ni en cualquier lugar", resumió su portavoz, Rafael Ruiz. "No queremos un parque eólico frente a la playa. No es romanticismo sino una cuestión de legalidad y de daño al turismo", añadió. Después también alertó de los daños a la pesca y las aves.

Su ponencia fue colocada al inicio de las jornadas y los siguientes participantes rebatieron cada uno de sus argumentos. "Un molino te puede molestar visualmente pero el bien que produce es tan grande que compensa con creces el supuesto daño que te puede causar a la vista", dijo el director de la Fundación Oceana, Xavier Pastor.

La clausura corrió a cargo del invitado estrella, el juez Baltasar Garzón, quien hiló un discurso interrumpido varias veces por aplausos. "En la vida, si quieres ir rápido tienes que ir solo, pero si quieres llegar lejos mejor ir acompañado". Defendió valores como la responsabilidad y la prudencia y comparó este debate energético con otros conflictos como la apertura de un centro de drogodependientes en un barrio. El magistrado criticó las posturas inmovilistas y abogó por el consenso.

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