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Jerez busca empleo en las estanterías

50.000 personas piden trabajo en el futuro Ikea, que sólo necesitará a 300

Las claves del éxito de la convocatoria parecen obvias. Una oferta de empleo que no requiere experiencia, un horario ajustado a las necesidades del empleado y una marca conocida. Si se suma una tasa de paro del 27%, el resultado es una cifra redonda: más de 50.000 personas han presentado en sólo seis semanas una solicitud de empleo para integrar la plantilla de la nueva tienda Ikea que abrirá en Jerez (209.000 habitantes) en la primavera de 2010. El nuevo establecimiento de la multinacional sueca será el de mayores dimensiones de Andalucía, empleará a 300 personas y se integrará en un complejo comercial que generará, según los promotores, otros 1.500 puestos más.

En una ciudad como Jerez, que en estos tiempos de crisis supera los 27.000 desempleados, y en una comarca que sufre una vertiginosa caída de la actividad industrial, una oferta de empleo para 300 personas se ve poco. El aluvión de currículos que ha recibido Ikea para el nuevo establecimiento, duodécimo en España, se refleja en cifras. Desde la propia multinacional afirman que para la futura tienda de Jerez se han recibido "hasta un 40% más de demandas de empleo". La última referencia de la firma del mueble data de 2007, cuando se abrió la última tienda. Entonces recibieron casi la mitad de solicitudes.

La tasa de paro en la ciudad es del 27%, diez puntos más que la media

La tasa de paro de Jerez supera en casi diez puntos a la del resto del país. Los sindicatos calculan que cerca del 40% de los desempleados de la comarca ya no perciben subsidio. Esta cifra se repite en otros municipios, pero ha sido en Jerez donde se presenta una oportunidad de ocupación para 300 personas.

Para muchos, Ikea es sinónimo de porvenir. Carmen tiene 29 años. Ha trabajado desde los 16 cuidando enfermos y haciendo limpiezas. Actualmente, tiene un contrato de 15 horas semanales aunque echa 33. Cobra 600 euros mensuales, pero 300 se los pagan en negro. Lleva dos meses sin cobrar porque la empresa alega problemas financieros por la crisis. Carmen ha solicitado un empleo en Ikea. Trabajaría para "cualquier departamento" y considera que una buena retribución sería "entre 800 y 900 euros". Ha enviado su currículum "por si cae la breva" y tiene claro que si la llaman, contestaría que sí "con los ojos cerrados".

Manolo tiene 44 años y ha trabajado desde los 20 como administrativo de la Seguridad Social y como técnico audiovisual. Está en el paro desde septiembre y ha demandado un trabajo en Ikea "como en cientos de sitios más". "Lo que salga estará bien", comenta esperanzado. Su mujer, Macarena, trabaja como peluquera a domicilio y confía en hacerse con un contrato a tiempo parcial que le permita disponer de un fijo todos los meses. Juan tiene 31 años, es técnico en imagen y sonido y también ha perdido su empleo. No le atrae el tipo de trabajo que oferta Ikea, pero "la necesidad manda". "Con una mujer limpiadora y un hijo de dos años no se puede ser selectivo. Hay que trabajar y punto".

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María José tiene 22 años y un bebé. Era operadora de telemarketing y no le renovaron el contrato tras quedarse embarazada. Aspira a un contrato de media jornada. Este tipo de incorporaciones es una de las opciones que ofrece Ikea. Le llaman tiempo parcial vocacional y se trata de jornadas reducidas de mañana, tarde o fin de semana. Las solicitudes ya obran en poder de la compañía que, por Navidad, empezará la contratación.

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