La dictadura de los partidos
No importa si usted es de izquierdas o de derechas, probablemente se encuentre en la misma situación. Si es de izquierdas estará decepcionado con las improvisaciones y la ineficiencia del actual Gobierno. Si es de derechas, estará avergonzado por la corrupción generalizada y por la falta de liderazgo de la oposición. En cualquiera de los dos casos, usted estaría dispuesto a votar otra alternativa, pero como no existe sólo le cabe la abstención o la resignación de votar a los de siempre. Los partidos políticos lo saben, somos clientes cautivos, y con cada victoria electoral se autoexculpan y redimen alegando que los ciudadanos apuestan por ellos.
Esto no puede seguir así. Aquí va una propuesta: dos tipos de papeletas para cada partido: una para los convencidos, otra para los que preferirían no votarles por lo mal que lo están haciendo pero que se sienten abocados a hacerlo porque consideran que la alternativa es aún peor. Los políticos sabrán así cuántos somos los que les votamos con la nariz tapada y tendrán un ineludible mensaje de cambio de los ciudadanos. Hay que hacer algo antes de que aquí llegue un Berlusconi. Falta poco.