El narco Culebras entrega dos pisos protegidos para avalar su fianza

O presume de pobre o ya nadie le fía. El valor catastral de cuatro pisos, dos de ellos de protección oficial, fueron aportados por el narcotraficante Juan Carlos González Martín, alias Culebras, para cubrir la fianza de 500.000 euros que fijó la juez de Vigo para que pueda abandonar la cárcel. Pero su salida de la prisión de A Lama no será inminente porque los documentos que presentaron sus abogados para acreditar la titularidad de los dos pisos subvencionados tendrán que pasar varios filtros.

Los cuatro inmuebles, que están a nombre de familiares y amigos de González Martín, tienen que estar liberados de cargas hipotecarias y, en el caso de los de protección oficial, también haber superado el tiempo que establece la legislación en el caso de que tuviesen que ser vendidos, una posibilidad que se plantea en el supuesto de que Culebras, una vez excarcelado, se sustraiga de la acción de la Justicia fugándose. Este riesgo es uno de los argumentos de peso que ha motivado su larga permanencia en prisión preventiva y la elevada fianza que, finalmente, se le ha fijado.

El juzgado, de acuerdo con la Fiscalía Antidroga, acordó recabar información al registro público y a la Xunta para verificar que el aval que presentó como fianza el multimillonario narcotraficante cubre todas las garantías. Su auto de libertad estaba pendiente del resultado de una investigación por tráfico de cocaína que se abrió paralelamente a la de blanqueo de dinero, por la que fue detenido en enero de 2007 junto a su mujer y sus tres hijos, además de una veintena de presuntos testaferros y colaboradores. Esta vez, la fiscalía no ha podido probar su implicación en el narcotráfico, aunque Culebras tendrá que justificar ante el tribunal que le juzgue la procedencia de 5,8 millones de euros en efectivo que le intervino la Agencia Tributaria y más de 15 millones de euros que invirtió en el sector inmobiliario.

De 72 años de edad, Culebras es un histórico del contrabando de tabaco y de hachís. Potenció la red de blanqueo que dirigía con varios pelotazos urbanísticos en Vigo y otros municipios limítrofes como Nigrán, Tui o Baiona. Su detención frustró su desembarco en el sector inmobiliario con empresa propia. Parte de su fortuna apareció en un barco fronterizo de Portugal, al que acudía asiduamente y, días antes de ser detenido, acompañado por varios familiares.

La mujer del detenido y dos de sus hijos ya abandonaron la cárcel tras pagar fianzas que suman más de un millón de euros; su hija, que había ingresado embarazada en prisión, también presentó dos pisos como aval hipotecario. El juzgado también investiga al narcotraficante por dos supuestos delitos de cohecho del ex jefe de la policía local de Vigo, que le perdonó sendas multas de tráfico.