4.000 personas se manifestan en Vigo por el nuevo hospital
Unas 4.000 personas iniciaron ayer la manifestación celebrada en Vigo contra la financiación privada del nuevo hospital y otras infraestructuras sanitarias emprendida por la actual Xunta. Horas antes de la marcha, la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, había vaticinado que en la misma no iba a participar "un solo ciudadano". "Sólo van a estar ustedes, los políticos, porque los vigueses llevan cuatro años esperando un hospital; eso es lo que les importa: que van a tener, por fin, un hospital".
En la manifestación, convocada por la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública, participaron, efectivamente dirigentes políticos y sindicales, pero también millares de ciudadanos. La Policía Local y los convocantes coincidieron en estimar la participación al final de la marcha en unas 15.000 personas.
Por otra parte, en un pleno municipal celebrado ayer en Pontevedra, nacionalistas y socialistas trasladaron su malestar por la cadena de "desprecios" con la capital provincial que atribuyen a la Xunta. El del hospital es, quizás, el que más escuece.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, afirmó que entre las filas populares la privatización del centro se da por hecha cuando en 2013 haya que poner sobre la mesa "180 millones de euros" para un nuevo hospital. Los 26 millones consignados por la anterior Xunta para 2009 y 2010 con la Sociedade Pública de Investimentos "desaparecieron de un plumazo" y en los presupuestos autonómicos sólo aparece una partida de 1,2 millones para sufragar un nuevo plan funcional, una vez que el Ejecutivo ha decidido desestimar la ampliación de Montecelo para construir un nuevo edificio en la parroquia de Marcón, lo que supone barrer el trabajo avanzado por el bipartito y poner de nuevo el contador a cero.
A pie de calle
Lores enmarcó ese "recorte" del gasto dentro de la línea de actuación del PP en materia sanitaria. Una cuestión que, lejos de ser baladí, preocupa a pie de calle, como han puesto de manifiesto en diversas ocasiones desde la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública.
La construcción de un hospital único que preste la totalidad de servicios y destierre los problemas que genera a día de hoy la disposición de dos centros en puntos opuestos de la ciudad ha sido uno de los caballos de batalla del movimiento vecinal de los últimos años.
