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Griñán: "Yo soy el líder del PSOE"

El presidente andaluz causa sorpresa al negar diferencias con Chaves y Pizarro

Lourdes Lucio

Los ruidos internos en el PSOE de Andalucía empiezan cuando alguien dice algo, normalmente una obviedad, que no está en agenda o en calendario. El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, rubricó ayer una de estas obviedades: "Yo soy el líder del PSOE y no tengo ninguna duda" y "si la tuviera no estaría donde estoy". Lo dijo a una pregunta durante un almuerzo organizado por El Correo de Andalucía y de inmediato empezaron las especulaciones: ¿quién ha dicho que no es el líder del PSOE?

Lo que Griñán hizo ayer fue dar pábulo a las dudas que existen en su partido a lo que pasará en el congreso regional en el que se elegirá a un nuevo secretario general del PSOE de Andalucía, en sustitución de Manuel Chaves. Fue éste el que abrió el debate sobre la bicefalia cuando reconoció, en julio pasado, que acarrean más problemas que ventajas, y defendió que Griñán debería ser el secretario general, pero en 2012, cuando toca el congreso. Y lo será, claro, si es candidato (que lo será, según todos) y si gana las elecciones autonómicas de ese año (lo que está por ver).

Griñán y Pizarro dejan en el aire la candidatura de Monteseirín

Griñán también negó ayer diferencias con su antecesor y secretario general del PSOE y con el vicesecretario y consejero de Gobernación, Luis Pizarro: "Manuel Chaves y Luis Pizarro, antes que compañeros, son mis amigos y eso no lo perdería nunca. Antes me iría de presidente". Más cejas levantadas y más preguntas: ¿Si son sus amigos, por qué van a dejar de serlo? ¿Qué motivos hay?

A Griñán le irrita mucho que digan que no conoce las entrañas de su partido, pero si las conociera habría calculado el efecto mosqueante que tuvieron sus palabras en algunos de los dirigentes presentes en el almuerzo de ayer, cuya conclusión fue: "Algo está pasando entre mis mayores". El PSOE de Andalucía ha hecho la sucesión de Chaves de manera modélica, sin muertos ni heridos, pero Griñán no representa el relevo generacional pendiente en la potente federación socialista andaluza y todos estos cabos sueltos son como señales de advertencia para los que creen que ya ha llegado su hora de saltar a primera línea.

Horas antes que Griñán, Pizarro tuvo un desayuno con los periodistas y la mayoría de las preguntas giraron sobre si había problemas de entendimiento y coordinación en el Gobierno y el partido. "Ningún problema ni de entendimiento, ni de comunicación, ni de relaciones, Griñán es reconocido como referente en el partido", fue la respuesta de manual de Pizarro, que conoce el PSOE como el salón de su casa y que a los rumores anónimos sobre la teoría de los tres gobiernos (el de Griñán y los "técnicos"; el de Pizarro; y el de los outsiders) le da nula importancia, aunque puede que Griñán sí se la dé.

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En esas comparecencias, los dos dejaron en el aire la continuidad de Alfredo Sánchez Monteseirín como candidato a la alcaldía de Sevilla, porque serán los órganos del partido los que decidirán en su momento, otra respuesta de manual de fácil lectura, aunque Griñán, un tanto forzado, aseguró que es "candidato y alcalde".

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