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Trabajadores de Ford reclaman alternativas a los 600 despidos

Los sindicatos minoritarios de la factoría no ven justificado el nuevo ERE

Sara Velert

"Ni un solo despido en Ford". Detrás de la pancarta con este lema desfilaron ayer por las calles del centro de Valencia centenares de trabajadores de Almussafes -unos 2.500 según los convocantes y medio millar, según la Policía- que no ven justificación para los 600 despidos que la multinacional anunció el pasado agosto y reprochan a la dirección de la empresa y a UGT, sindicato mayoritario en la factoría, que hagan oídos sordos a sus propuestas.

Comisiones Obreras, CGT y STM Intersindical Valenciana, que reúnen 14 de los 34 miembros del comité de empresa, lideraron así una manifestación de protesta y de exigencia de "alternativas" al último Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para evitar la extinción de empleos en Ford. La convocatoria, de paso, sacó a la calle el divorcio que ha debilitado la unidad de acción sindical en la planta de automóviles -"¿Dónde están las banderas de UGT?", se oyó exclamar-.

Los convocantes piden a la empresa "voluntad de negociar" una salida

La propuesta de despido de Ford, que se traduce de momento en cuatro variantes de bajas voluntarias, es "exagerada y precipitada", aseguró el líder de CC OO en la fábrica, Miquel Rosaleny. Y más cuando está basada en una previsión hasta 2011 y "nadie sabe qué va a pasar en el sector y menos en Ford", aseveró. "Hay alternativas", apuntó también Francisca Cuesta, de CGT, quien destacó que la multinacional ha recibido millones de euros en subvenciones públicas. Según los sindicatos convocantes, que rechazan la fórmula de pedir a los propios empleados que se presenten voluntarios al ERE, hay propuestas "factibles" para llegar a un acuerdo, como la posibilidad de adelantar las jubilaciones parciales de los trabajadores que en los próximos dos años cumplirán los 60. Así lo apuntó, entre otros, José Tomás Jiménez, del STM, que pidió a la dirección de Ford "voluntad de negociar".

A la manifestación se unieron afectados de los cuatro expedientes de regulación temporal aprobados ya, como Domingo Villa, de 54 años, que describió la "frustración, el miedo y la incertidumbre" que viven los trabajadores enviados a casa. Y especialmente los que no han sido llamados a incorporarse a la fábrica en ningún momento, "que temen quedarse en la calle y estar entre los 600 que quieren despedir".

Entre los asistentes estuvo también el secretario general de CC OO-PV, Paco Molina, que reiteró el "compromiso" del sindicato "de trabajar por solucionar" una situación de conflicto sindical "que no es buena" para la factoría. Molina pidió "coherencia" y recordó que "ni CC OO ni UGT han asumido en la Comunidad Valenciana un ERE de estas características en una empresa con beneficios".

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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