Medidas contra la crisis
Los sherpas, los altos funcionarios que cargan con el trabajo sucio en las cumbres internacionales, forjaban ayer en Pittsburgh, párrafo a párrafo, los comunicados que darán el viernes la medida del avance del G-20 en su esfuerzo conjunto contra la crisis.
Sacudida todavía por un año de crisis financiera, la Comisión Europea presentó ayer un paquete de medidas para supervisar el sector financiero en el continente y "proteger a los contribuyentes europeos de una repetición de los días negros del otoño de 2008", en palabras de José Manuel Durão Barroso, presidente del Ejecutivo comunitario.
Por mucho que suban los impuestos, "es imposible" que el Gobierno pueda recaudar 15.000 millones de euros más en la actual coyuntura de recesión económica. Es la opinión del ex ministro socialista de Economía Carlos Solchaga para quien, sin embargo, esa subida de impuestos es inevitable si no se quiere prolongar una situación de desequilibrio "insostenible" para las finanzas públicas.
El director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó, fichado el año pasado para reflotar la entidad por su prestigio en el sector financiero, cuenta con un blindaje en caso de que abandone la entidad equivalente, en la práctica, a cinco años de su sueldo.
Con el doble fin de controlar y animar la venta de biocarburantes -la norma en vigor para 2009 obliga a las empresas a vender 3,4 toneladas de bioetanol y biodiesel por cada 100 toneladas de combustible tradicional- la comisión emitirá entre 2009 y 2010 tres millones de certificados, uno por tonelada equivalente de petróleo (tep), valorados en 350 euros cada uno.