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"Si le duelen las manos, vaya a otro centro"

Un ambulatorio de Arganzuela, sin medios para la artrosis

Elena G. Sevillano

Arcilla verde. O "algún producto con efecto similar". Aurora Moya salió de la unidad de fisioterapia del centro de salud Paseo Imperial (Arganzuela) con esa recomendación. El médico le sugería que fuera a un herbolario y comprara algo "para diluir en agua caliente" que pudiera sustituir a los baños de parafina caliente. Porque ese tratamiento, que era el que le habían prescrito para aliviar los dolores de la artrosis, no se lo podían proporcionar. La máquina de parafina estaba averiada. ¿Y cuánto tardarán en arreglarla?, preguntó. No lo sabían. Eso pasó el 6 de agosto.

El centro sigue sin tratamiento de parafina. La máquina lleva "meses" estropeada, aseguran en el ambulatorio. Sanidad asegura que se están "tramitando los procedimientos necesarios para sustituir el baño de parafina averiado". Mientras tanto, Aurora hace lo que puede con sus manos doloridas. A voltarén diario. Y no toma más porque con la úlcera no puede abusar de los antiinflamatorios. Un ataque agudo de artrosis la llevó a su médico de cabecera, que la derivó al centro de rehabilitación. Extrañada porque en una consulta de fisioterapia no hubiera máquina de parafina, pidió que lo hicieran constar por escrito: "En este momento no disponemos de parafina, que es lo que mejor le puede venir a la paciente", dice la nota.

Sin parafina

Los baños de parafina caliente suponen "una buena terapia" para la artrosis de la mano, explica la secretaria de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física, Blanca Palomino, aunque no son imprescindibles, ya que existen otros tratamientos, como el láser. La máquina es barata (su precio oscila entre los 100 y los 300 euros). "Hay muchos pacientes que se la acaban comprando para no tener que desplazarse", afirma.

La nota que recibió Aurora acaba: "Si se le puede dar parafina en otro centro, perfecto". Pero ni eso. Como a cada zona le corresponde un centro, no ha habido manera de que la derivaran a otro. "Me dicen que vaya llamando para ver si lo arreglan". Sanidad quita hierro al asunto: "Los profesionales (...) siguen atendiendo a los pacientes con normalidad", asegura. "En la mayoría de los casos se trata de problemas osteo-articulares crónicos, por lo que lo fundamental es enseñar a los pacientes cómo obtener alivio (...) en sus propias casas".

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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