La actividad industrial se desploma un 25%, su mayor caída en 14 años

La actividad industrial, que estaba llamada a sostener la economía vasca frente a la crisis por su peso específico en las tres provincias, se ha desplomado hasta niveles desconocidos desde que existen registros históricos de este índice, que el Eustat comenzó a medir hace 14 años. En el segundo trimestre de este año, el último tabulado, la producción industrial se ha hundido un 25%, después de siete meses consecutivos de indices mensuales interanuales, entre diciembre de 2008 y junio pasado, descendiendo por encima del 20%.

Si la fortaleza de la industria retrasó la entrada en recesión de la economía vasca, menos marcada que otras por el peso del ladrillo, ahora se encuentra en una situación peor a la del sector servicios, suponiendo un lastre para la propia recuperación de la senda del crecimiento. El sector servicios aporta en torno al 63% del PIB mientras que la Industria supera el 27%, aunque emplea a más del 35% de los trabajadores. El sector del ladrillo en Euskadi apenas si llegaba al 9% -lo que benefició a la comunidad autónoma al estallar la burbuja inmobiliaria.

La producción de los bienes de consumo duraderos se hunde cerca de un 33%

Los empresarios creen que los nuevos expedientes van a ser más duros y con peores condiciones

El dato negativo de la industria se conoció ayer, apenas 24 horas después de que el Eustat hiciese público que el comercio suma ya 18 meses de descensos de ventas, aunque las caídas trimestrales no han superado en ningún caso el 10%.

El hecho de que fuera el comercio el sector que primero entró de lleno en descensos continuados de las ventas alentó a las autoridades económicas a sostener que la industria podría sujetar a la actividad económica. La producción industrial no comenzó a bajar de manera continuada hasta mayo de 2008, cuando el resto de sectores estaban ya prácticamente en recesión.

Los primeros descensos en la industria fueron tímidos, de un 5,4% en junio del pasado año, para ir subiendo progresivamente hasta un 10% en noviembre, y de más del 20% de manera continuada desde diciembre hasta junio pasado.

La impresión de la patronal alavesa es que la crisis de la industria va a ir a peor en los próximos meses. Fuentes del SEA ratificaron ayer lo que su secretario general, Juan Ugarte, documentó hace una semana tras analizar los datos del último barómetro sobre la actividad industrial en Álava, en el que participaron 300 empresas de la provincia: "Todavía no hemos tocado fondo en Álava y en las otras dos provincias sabemos que la situación no es mucho mejor".

De hecho, Confebask ya dibujó a mediados de julio pasado un panorama muy negro cuando anunció que la actividad industrial había caído en torno a un 30% de media y en algunos casos llegaba hasta el 50%. Y, sin embargo, la vuelta de las vacaciones puede resultar todavía más dura, ya que la mayoría de las grandes empresas que han aplicado expedientes de regulación (ERE) carácter temporal a sus plantillas se van a encontrar con una situación difícil cuando vuelvan. Si el mercado no se reactiva es más que posible que a esos ERE sucedan otros, y el problema es que tendrán peores condiciones -ahora se garantiza entre el 80% y el 90% del salario- y en algunos casos es posible que se rescindan contratos, sugieren desde la patronal.

Los sectores que más sufren la caída de la producción industrial son los bienes de consumo duraderos (coches o electrodomésticos, por ejemplo) con un descenso del 32,9%, seguidos de los bienes de equipo con un 29,6% y los bienes intermedios (27,7%). La producción de energía bajó un 6,4% y la de bienes de consumo un 7,1%.