Diálogo entre superpotencias
China y Estados Unidos abrieron ayer en Washington un diálogo que pretende, sin muchos tapujos, una remodelación del mundo acorde con la visión y los intereses de las dos nuevas superpotencias. "Las relaciones entre Estados Unidos y China determinarán el siglo XXI", dijo Barack Obama.
En la cumbre bilateral que Estados Unidos y China celebran desde ayer en Washington, los responsables de las dos potencias hablarán mucho de economía. Los funcionarios de Washington dirán a los de Pekín lo siguiente: debéis modificar vuestro modelo de desarrollo para hacerlo menos dependiente de las exportaciones y ligarlo más al consumo interno.
Israel se niega a descartar la amenaza militar, elemento que juzga imprescindible para mantener su poder de disuasión frente al Gobierno iraní, pero tampoco desea desbaratar la política diseñada por Barack Obama para frenar el programa atómico iraní.
Los Veintisiete dieron ayer el primer paso para la futura integración de Islandia al pedir por unanimidad a la Comisión que prepare un dictamen sobre la candidatura del país nórdico. La decisión fue tomada a los dos días hábiles de que Reikiavik presentara oficialmente su solicitud, en contraste con lo que se ha hecho esperar a otros países.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, abandonó ayer el hospital militar de Val-de-Grâce en París, en el que fue ingresado el domingo tras sufrir un "malestar lipotímico" mientras corría en su residencia en las afueras de París. Los médicos, que han dado de alta al mandatario tras someterle a una batería de exámenes y mantenerle toda la noche en observación, han recomendado guardar "reposo relativo".
A un mes del golpe de Estado que sacó de la presidencia de Honduras a Manuel Zelaya, el Congreso hondureño se disponía ayer a comenzar a discutir dos de los puntos del Acuerdo de San José, que establece una solución a la crisis política que afecta al país centroamericano.
Alrededor de 150 personas han muerto en dos días de violencia en varias ciudades del norte de Nigeria, donde grupos de milicianos islamistas atacaron varias comisarías de policía. Sólo en las cercanías de la jefatura policial de la ciudad de Maiduguri, en el Estado de Borno, en el que miles de personas han huido de los enfrentamientos, se alineaban sobre la calle los cuerpos de un centenar de personas.