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SEGURIDAD

Las empresas españolas envían más 'spam' con la crisis

El 59% del correo electrónico interno, con origen y destino españoles, es basura - Los proveedores bloquean muchos, otros evitan los filtros

La crisis ha disparado el spam de empresas españolas, según la Red de Sensores del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación. El 59% del correo electrónico interno -origen y destino españoles- es basura.

"El correo basura procedente de empresas españolas ha crecido muchísimo, sobre todo desde que empezó la crisis", asegura Juan María Gil, del proveedor Olinet. "Hemos visto a bancos legítimos haciendo spam de hipotecas", confirma Borja Marcos, de Sarenet. Aunque los proveedores bloquean muchos, sus especiales características hacen que otros eviten los filtros.

La razón es que no provienen de las típicas botnets, sino de agencias de publicidad legales, explica Jesús Sanz de las Heras, coordinador del Foro ABUSES: "Desde hace un par de años han aparecido en España nuevas empresas dedicadas a soluciones publicitarias en Internet, con amplias bases de datos segmentadas y que hacen grandes distribuciones, a veces no solicitadas".

Más información
RED DE SENSORES DE INTECO:
ABUSES:
TOP 100 SPAMMERS:
AGPD:

Basura de calidad

Es correo basura de calidad, bien redactado y enviado desde plataformas especializadas que cumplen la legislación y tienen buena reputación, por lo que, afirma Sanz, "su tráfico ha aumentado notablemente y son contratadas por empresas españolas".

Estas agencias suelen conseguir las direcciones de envío de forma legítima, a través de acuerdos entre empresas, pero a veces usan caminos ilegales y compran, en el mercado negro, direcciones que no han dado permiso para recibir publicidad. Aunque no sean botnets, explica Sanz, "su forma de distribución es también masiva porque han invertido en máquinas y programas especiales".

La mayoría de estos mensajes basura llegan teñidos de una ilusión de legalidad, al hacer una interpretación muy sui generis de lo que significa correo no solicitado: "Todos tienen cláusulas que les permite mandar spam, siempre que lo acompañen con un medio para borrarse, un enlace que en muchos casos no funciona", explica Gil.

Artemi Rallo, director de la Agencia de Protección de Datos, aclara: "sólo se pueden mandar correos comerciales a personas que hayan dado su consentimiento expreso. El mensaje debe tener una cláusula para oponerse a envíos futuros". De no hacerlo así, la empresa se enfrenta a multas de hasta 150.000 euros en caso de infracciones graves, lo que significa mandar más de tres correos no solicitados.

Las empresas que contratan estas distribuciones, afirma Rallo, demuestran un "alto desconocimiento" de estar mandando spam. O bien, dice, "la competencia se agudiza y usan técnicas que exceden lo permitido". Añade Sanz: "Probablemente no se preocupen en exceso de cómo se lleva a cabo la distribución, les cobran por bloques de miles de direcciones y no las analizan una por una".

Bajas que no funcionan

Otra forma de spam en auge, que usa bases de datos conseguidas de forma legítima, es el que mandan empresas muy populares, como portales de compraventa de segunda mano, a personas que en algún momento han usado sus servicios y han accedido a recibir sus mensajes. Cuando acaba el servicio, la persona sigue recibiendo boletines y, aunque pida ser borrada de la lista, no le hacen caso.

Según los expertos, aunque este tipo de correo basura ha crecido mucho no se refleja en las estadísticas porque es un pequeño porcentaje frente al spam. "Una empresa española que quiera promocionar un producto envía 100.000 mensajes y acaba, esto no representa nada respecto a quien envía esta cantidad, pero por hora o incluso por minuto", explica el experto Andoni Ayala.

Según la Red de Sensores del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, el 93% de los mensajes que corren por las redes españolas es basura.

Listas Robinson

Las listas Robinson nacieron para no recibir publicidad postal. La persona se apuntaba y las empresas de marketing la retiraban de sus envíos. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo han creado una nueva lista Robinson que amplía la autoexclusión a los SMS y el correo electrónico.

Las empresas deben consultar esta lista antes de llevar a cabo sus campañas publicitarias y excluir a quienes estén en ella. En caso contrario, los ciudadanos podrán denunciarlo a la AEPD, lo que supondrá multas de hasta 30.000 euros para infracciones leves, como mandar un solo spam, y 150.000 euros para las graves. Aunque no se esté en una lista Robinson, si alguien nos manda mensajes o SMS no solicitados podemos denunciarlo. En 2008, la agencia recibió 147 denuncias por spam e impuso 39 sanciones.

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