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De la Torre impone restricciones al debate político en el pleno de Málaga

La reforma del reglamento limita el número de mociones de la oposición

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quiere acabar con las sesiones maratonianas del pleno de Málaga -la última se prolongó más allá de la medianoche- y se le ha ocurrido que la mejor forma de hacerlo es imponer un límite al número de mociones que los grupos políticos pueden llevar a cada una de ellas. La propuesta de reforma del reglamento de pleno ha indignado a los dos grupos de la oposición municipal, PSOE e IU, que la consideran un "retroceso democrático" y un intento de "hurtar" el debate político de los asuntos ciudadanos.

Las mociones son propuestas para que el pleno de la corporación se posicione sobre asuntos de de la ciudad o que emplazan a la adopción de determinadas medidas a otras administraciones. Hasta ahora no había ningún límite numérico. La propuesta de reforma impone un límite de dos mociones a cada grupo político, ampliable en función del número de concejales, una más por cada dos ediles que se tengan a partir de ocho. Con la configuración actual, el PP puede presentar seis mociones, cuatro el PSOE y dos IU.

El PP defiende la medida en aras a "dignificar" plenos que duran 10 horas
La oposición ve un atropello al derecho de participación política

El PP no suele presentar mociones ordinarias porque el equipo de gobierno no tiene límites de proposiciones urgente, mientras que cada grupo de la oposición sólo puede una, algo que no se reforma. Ayuntamientos como Sevilla tienen restringido el número de mociones ordinarias, pero no las urgentes.

La portavoz del PP, Carolina España, justifica que es "una obligación" poner límites para "dignificar el pleno". "No podemos estar hasta las tantas de la noche debatiendo asuntos que no son propios del pleno, como que hay un chino en no sé qué calle", se queja.

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Los plenos de Málaga suelen durar unas 10 horas, y lo habitual es que comiencen con entre una y dos de retraso. Para compensar, la reforma también incluye ampliar de tres a cuatro el número de propuestas que cada grupo puede llevar a las comisiones informativas. Como hay seis, y dos grupos de la oposición, España hace cuentas para rechazar que se merme la participación. "La oposición ahora podrá presentar 12 mociones más", concluye.

Eso si, la reforma también incluye que cuando una moción es rechazada en comisión ya no puede ir a pleno, algo que no ocurre ahora y que según el PSOE es muy grave porque equivale a impedir que muchos asuntos lleguen nunca a pleno. Para el PP, el pleno debe estar para los grandes temas, y hay cuestiones que deben ser debatidas en comisión o en los plenos de distrito. "Es verdad, pero el problema es que los plenos de distrito no se convocan nunca", denuncia el portavoz del PSOE, Rafael Fuentes.

El portavoz socialista replica el argumento del PP de que la reforma trate de hacer más operativos los plenos y sostiene que "lo que pretende es cerrar la boca de los ediles de la oposición".

El portavoz socialista acusa además al alcalde de ser el principal responsable de la demora de los plenos "porque habla siempre que quiere y todo lo que quiere, en lugar de limitarse a presidir el pleno y hacer de árbitro". Para el PSOE, la limitación propuesta es "una barbaridad, un atropello a los derechos fundamentales".

El portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, "el PP se ha dado cuenta de que los plenos tienen cada vez más contenido político y quieren cargárselo".

"Es aberrante", insiste Moreno Brenes, "un retroceso inadmisible en el pluralismo". "Que una vez al mes se pueda hablar, discutir de los asuntos de ciudad el tiempo que tenga que durar es bueno, lo malo es que no haya debate, que la gente no tenga referencia", explica.

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