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Reportaje:Información privilegiada | Empresas & sectores

Los últimos vuelos de Conte

Los sustitutos del ex presidente de Iberia revitalizan las negociaciones con British

Miguel Ángel Noceda

La marcha de Fernando Conte de la presidencia de Iberia la semana pasada ha dejado un halo de incertidumbre. Se adujeron motivos personales y se despachó con la citada sustitución por Antonio Vázquez, como presidente, y Rafael Sánchez Lozano, como consejero delegado. Se supo que a principios de 2009 Conte había comunicado a la Comisión de Nombramientos y Retribuciones de la compañía su intención de ejercer los derechos de abandonar la empresa en febrero de 2010, al cumplir 60 años, con una indemnización de cuatro anualidades de 1,5 millones de euros cada una.

Conte habría cumplido entonces siete años en el puesto, con dos planes directores y una gestión de éxito. Además, es su fuero interno daba por hecho que en febrero de 2010 ya se habría resuelto la fusión, para bien o para mal. Permanecer en el puesto con la industria en crisis y los resultados cayendo, le habría penalizado esa indemnización, que en todo caso ha cobrado en su integridad.

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Todo se vistió con normalidad, sin que aparecieran rendijas sospechosas. Sin embargo, la prematura petición de Conte no gustó nada a los miembros del órgano de administración de la aerolínea y menos a Miguel Blesa, vicepresidente de la compañía y presidente del principal accionista, Caja Madrid. Ni Blesa ni el consejo -al menos, en su mayoría- comprendieorn que Conte pidiese el finiquito con una antelación de 14 meses en medio de la negociación para la fusión. El consejo entendió que arrojaba la toalla por agotamiento y que así no podía seguir. "Si hubiera querido continuar, habría agotado el plazo de comunicación", resalta una fuente, que también destaca el hecho de que deje su labor inconclusa.

Blesa maniobró y logró que el consejo ordenara a la citada comisión que buscara un sustituto, cuestión que no entrañó demasiados problemas: Antonio Vázquez, que fue consejero entre 2005 y 2007, estaba de año sabático tras su marcha de Altadis y encima estaba dispuesto a asumir el cargo de manera inmediata. Además, se aprovechó para colocar a un hombre de la confianza de Blesa, Sánchez Lozano, con mando ejecutivo. La jugada le salió perfecta, al tiempo que despejaba incógnitas sobre la intención de asumir la presidencia de Iberia si finalmente Esperanza Aguirre consigue echarle de Caja Madrid.

Lo primero que hizo el tándem Vázquez-Sánchez Lozano apenas asumidos sus cargos de presidente y consejero delegado de Iberia, fue concertar una cita con Willie Walsh, consejero delegado de British Airways (BA), para desbloquear las negociaciones de la prevista fusión de las dos compañías. Fue el mandato que recibieron del consejo y no tardaron en ponerse a pedalear. Su objetivo es alcanzar de manera inmediata un principio de acuerdo y si se pueden tomar unos días de vacaciones en agosto con el asunto encauzado, mejor.

La relación vuelve a ser fluida, que es lo que echaba en falta el consejo. Dicen fuentes conocedoras de los entresijos de las negociaciones que Walsh se sintió muy aliviado cuando supo el relevo de Fernando Conte de la presidencia. El ejecutivo irlandés mantuvo al principio del proceso, que ya es largo, una relación estrecha y amistosa con Conte, pero en los últimos meses se habían distanciado y enfriado mientras trataba de resolver los problemas con el fondo de pensiones de BA.

Esa puede ser la razón que llevó a los consejeros de BA en Iberia -Roger Maynard y tristan Garel-Jones- quejarse de falta de interlocución en petit comité, aunque sin llegar nunca a plantearlo en la mesa del consejo. Por su parte, entre los receptores de las confidencias de Walsh en el mismo sentido figuraba Miguel Blesa. Reestablecida la conexión Madrid-Londres, la fusión ha vuelto a tomar velocidad. Queda por fijar la ecuación de canje, aunque Walsh ya ha anunciado que no aceptaría menos del 53% de la nueva compañía. Otra cosa que deberá negociar el nuevo equipo es el ajuste de rutas, centros operativos, supresión de duplicidades y también plantillas. Por lo demás, Conte ya dejó pactada la paridad en el consejo de la sociedad holding y la doble sede, es decir, la financiera en Londres y la de operaciones en Madrid.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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