La diáspora sueña con sanidad gratuita
La ayuda sanitaria de la Xunta a los emigrantes no iguala su cobertura con la que hay en Galicia - El hospital de Buenos Aires les cobra una cuota mensual
El arduo debate sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que ha culminado esta semana ha vuelto a poner en el centro de la polémica a los emigrantes. Esta vez por la petición de la Xunta de que Galicia perciba del Estado fondos adicionales para financiar los servicios que les presta a los más de 400.000 gallegos que viven en el exterior. La demanda a primera vista parece justa, pero depende del cristal con el que se mire. Lo que es indiscutible es que un ciudadano gallego en el exterior no recibe los mismos servicios que uno que reside en la comunidad autónoma, una diferencia que se hace patente en el caso del derecho a la sanidad universal y gratuita.
En Argentina residen unos 120.000 emigrantes gallegos, que suponen más de la cuarta parte de los que están repartidos por distintos países del mundo. En el país austral la cobertura sanitaria dista mucho de contar con los estándares de calidad que se acostumbran en Europa. Además, se da la circunstancia de que la mayoría de los emigrantes son personas de avanzada edad que necesitan constantemente atención médica y medicinas. El hospital del Centro Gallego de Buenos Aires es la institución que atiende a la mayor cantidad de emigrantes que viven en el país. Algunos son socios desde hace décadas pero tanto ellos como los nuevos tienen que realizar una aportación mensual mínima de unos 165 pesos (31 euros) para tener una atención sanitaria con ciertas garantías. Esta cantidad no resulta pequeña para los salarios y pensiones que se perciben en Argentina y además hay que sumarle otros gastos por consultas y medicamentos.
Los enfermos han de pagar además consultas y medicamentos
Feijóo les prometió una tarjeta que sólo garantiza la asistencia en Galicia
La Xunta mantiene un convenio con el Centro Gallego para garantizar la atención sanitaria a aquellos emigrantes que acrediten no tener recursos económicos para poder pagar la aportación mensual, pero el sistema dista mucho de reunir las ventajas que tiene un usuario del Sergas, que accede a la sanidad pública de forma gratuita sea cual sea su situación laboral y económica. Curiosamente, durante la última campaña electoral, tanto el candidato socialista Emilio Pérez Touriño como el popular Alberto Núñez Feijóo coincidieron en su promesa estrella para los emigrantes durante sus mítines en Buenos Aires: garantizarles que en un plazo no demasiado largo recibirían en sus domicilios la tarjeta sanitaria gallega. El actual presidente de la Xunta incluso llegó a comprometerse a no viajar a Argentina nuevamente hasta que no consiga este objetivo.
En realidad, los emigrantes consultados al respecto no se muestran demasiado entusiasmados con la propuesta. La tarjeta lo único que les garantiza es una asistencia sanitaria gratuita cuando visiten Galicia, algo que obtendrían igualmente en caso de sufrir una urgencia. Muchos de ellos no tienen previsto viajar. Su mayor preocupación es reducir la factura que tienen que pagar mensualmente para ser atendidos en buenas condiciones en su país de residencia. Las ayudas que la Xunta concede a los emigrantes se centran en apoyos económicos a los distintos centros gallegos, becas para estudiantes que deseen estudiar en Galicia, programas de campamentos de verano y ayudas para los ancianos que deseen volver a visitar su tierra de origen. También existe una ayuda anual, que oscila entre los 450 y los 900 euros, que se destina a aquellas personas que se encuentren en situación de especial precariedad. El año pasado se concedieron cerca de 800 ayudas de este tipo para emigrantes gallegos en Argentina.
Sin embargo, el Estado todavía mantiene un papel importante en el apoyo a los emigrantes y se encarga, entre otras cosas, de facilitarles pensiones no contributivas y por discapacidad a aquellas personas que reúnen los requisitos para tener acceso a las mismas. Finalmente, Galicia no ha obtenido los cien millones de euros que demandaba en el nuevo modelo de financiación autonómica para atender a su población emigrante. Los gallegos del exterior seguirán esperando a que se mejore su cobertura sanitaria para poder equipararse a sus parientes en Galicia.
