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La esperanza de una solución rápida para Honduras se disipa

Comisiones de Zelaya y Micheletti negocian en Costa Rica

Si algo ha dejado claro el intento de acercar posiciones entre el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y su sucesor de facto, Roberto Micheletti, es que el camino hasta la solución del conflicto institucional desencadenado por el golpe de Estado será largo.

Micheletti y Zelaya abandonaron el jueves Costa Rica sin verse las caras, pero dejaron el diálogo en manos de sendas delegaciones, que hasta el mediodía del viernes no habían logrado concretar los puntos de la agenda. "El diálogo hace milagros, pero no inmediatos", dijo Óscar Arias, presidente costarricense y mediador en la negociación.

Micheletti se declaró contento de su encuentro con Arias, al que entregó, dijo, vídeos sobre el desvío de fondos del Banco Central y otros supuestos casos de corrupción del Gobierno de Zelaya. "Estamos de acuerdo con su retorno, pero directamente a los juzgados", señaló amenazante. Mientras, su adversario se aprestaba a tomar de nuevo el avión venezolano para viajar a Guatemala, de donde hoy partirá a República Dominicana. Y aunque cada declaración no hace más que profundizar las diferencias, los equipos de Zelaya y Micheletti se niegan a dar el portazo. Parecen no querer ser desagradecidos con los esfuerzos de Arias ni, mucho menos, quedar como los causantes de una ruptura definitiva.

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"Anoche hubo pocas muestras de flexibilidad, pero para hoy esperamos contar con una agenda precisa", dijo ayer Rodrigo Arias, ministro de la Presidencia y hermano del mediador.

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El grupo de Zelaya ha rehuido en todo momento mencionar siquiera las elecciones de noviembre, a diferencia de Micheletti, que prometió garantizar unos comicios transparentes para elegir al gobernante que debería entrar en funciones en enero próximo.

Quien se ha apresurado a sentenciar el diálogo hondureño es el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que ayer calificó de fracaso la mediación del presidente Óscar Arias. Un "error", en su opinión, imputable a EE UU, y al que bautizó "el aborto de Washington". "Murió el aborto de Washington para bien del proceso en el que estamos. ¡Imagínense que [Manuel] Zelaya se hubiese sentado en la misma mesa con Goriletti [Roberto Micheletti], que era lo que Arias quería!", dijo Chávez durante una conferencia de prensa en la que reveló, además, que el jueves en la noche se comunicó con Thomas Shannon, subsecretario de Estado saliente para Asuntos del Hemisferio Occidental, para hacerle ver su equivocación.

Para el presidente venezolano, un diálogo en esas condiciones es "indigno". El tratamiento que debió dar Costa Rica a Micheletti era "meterlo preso ahí mismo".

Cuba, por su parte, ha anunciado la retirada de 140 de los 500 cooperantes que trabajan en Honduras después de que las autoridades hondureñas no "completaran los trámites de pasaportes" de 83 asesores cubanos, informa Efe.

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Un seguidor de Zelaya exige en Tegucigalpa su retorno al poder.EFE

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