_
_
_
_
_
Una escena efervescente

Mucho más que un espectáculo para guiris

Un festival a tope, nuevas salas y escenarios insólitos: el flamenco bulle más que nunca pese al poco reconocimiento

Rosa Rivas

"¿Que dura más de un mes Suma Flamenca? Estupendo. Y más tendría que haber, suma y multiplica". Así habla la bailaora Yola del festival madrileño. Y es que en la capital hay ganas de flamenco: de más salas, de más espectáculos, de más valoración del género... El patio sigue activo y con novedades.

La ruta por la escena flamenca madrileña incluye bares, tablaos, garitos, teatros y hasta discotecas que hacen hueco al quejío y al taconeo, como la resucitada Villa Rosa. Está cimentando prestigio con el boca a oreja un tablao dirigido por mujeres, Las Carboneras. Y el teatro Lara quiere afianzarse como escaparate de la cantera de valores, con un verano intenso de 130 conciertos. En los próximos días Belén López mostrará en el escenario de La Latina su potencia y versatilidad de bailaora. Los Veranos de la Villa congregarán a flamencos como Cigala y Tomatito (julio) en el nuevo escenario de la Puerta del Ángel (Casa de Campo) y llenarán en agosto de cante y baile los jardines de Sabatini.

"Los jóvenes se han enterado de que su cultura está ahí", dice un programador
El teatro Lara, de la mano de Paco Ortega, quiere lanzar a la cantera
El Villa Rosa ha montado un tablao para los fines de semana
Para ir a lo seguro, hay sitios clave en el entorno de la plaza de Santa Ana
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Más información
Cante y baile sin humo
"Me gusta el arte del flamenco, no el flamenquismo"

Suma Flamenca (del 7 de mayo al 20 de junio) ha registrado un balance de llenos -18.000 espectadores- que demuestra las ganas del público. "Mil personas aplaudieron a Miguel Poveda, y las entradas se habían vendido con un mes de antelación, ¡un milagro!", cuenta Juan Verdú, director del festival. "El público joven se ha enterado de que su cultura también está ahí", añade el responsable de Suma.

El festival, promovido por la Comunidad de Madrid, nació hace cuatro años con una semana de duración y ya llega al mes y medio. Enrique Morente y su hija Estrella, Carmen Linares, Raimundo Amador, Miguel Poveda o Los Habichuela han sido figuras de una nutrida lista de hasta 64 espectáculos.

Suma Flamenca volverá el próximo año con la novedad de un premio, el Miguel Candela, a la creación, en homenaje al recientemente desaparecido Miguel Aguilera, alma del bar Candela, en cuya cueva se han juntado las figuras del Olimpo del flamenco moderno en unas sesiones musicales cuyo eco llegó hasta The New York Times. En este famoso local madrileño de Lavapiés, que en 2008 cumplió 25 años y de donde salieron Ketama y La Barbería del Sur, "se concibió en libertad el flamenco más universal del final del siglo", considera el especialista José Manuel Gamboa.

El teatro Lara quiere lanzar a los jóvenes de la cantera madrileña. "Para los flamencos no hay radios, ni teles. No se arriesga nada", opina el músico y productor Paco Ortega. Con la idea de mantener "un laboratorio de investigación de flamenco" se ha volcado en programar espectáculos de este arte en el Lara, convertido en escenario flamenco en los días que no hay otros montajes. Tendrá un verano con más de un centenar de propuestas de danza y cante, de lunes a domingos y en tres horarios. Incluso habrá matinés con espectáculos divulgativos para niños.

La idea de "democratizar los espacios teatrales con compañías jóvenes" quizá tenga también continuidad en Pompeya, otra sala cercana a la Gran Vía. "Me gustaría crear una cartelera flamenca potente frente a los musicales de corte anglosajón", cuenta Ortega. "Madrid es la capital del flamenco, pero esto no tiene repercusión. Al flamenco le falta marketing, un cambio de imagen, y que le quiten el moho", asegura Lucas Portolés, gerente de Cardamomo (www.cardamomo.es), plaza obligada para las últimas generaciones flamencas de payos y gitanos. The New York Times considera este bar imprescindible en la ruta madrileña. Portolés reivindica la diversidad de tendencias musicales de su local, y valora la mentalidad abierta de clientela y artistas, a quienes defiende por haber bebido con ellos el veneno de la afición desde hace 20 de sus 35 años. Cerca de Cardamomo, en la plaza de Santa Ana, el peregrinaje tiene una nueva escala en el tablao que ha montado en Villa Rosa (www.villarosaflamenco.es) Javier Guerra, el programador de flamenco de la sala de Lavapiés El Juglar. El pasado fin de semana arrancaron unas noches flamencas. Serán paréntesis de hora y cuarto entre los sonidos discotequeros que se desarrollarán los viernes y sábados, a las diez de la noche, durante julio y agosto. Guerra es consciente de que despega en una fase comercial, pero luego en septiembre "entrará en lo jondo, más en la raíz". El artista residente será El Torta, anuncia Guerra y avisa: "No estará enfocado al guiri. Villa Rosa se merece volver a ser el lugar flamenco que era".

Entre "los mil sitios que hay que visitar antes de morirse", según The New York Times, figura el Corral de la Morería (www.corraldelamoreria.com). "Es un tablao de figuras. Está enfocado al turismo y tiene un cuadro para este público, pero a partir de las doce de la noche presenta a jóvenes", destaca Juan Verdú.

Para ir a lo seguro, según los entendidos, hay sitios clave en el entorno de la plaza de Santa Ana y Lavapiés: el veterano Casa Patas (www.casapatas.com) mantiene su actividad como taberna y café cantante y conservatorio flamenco. Los buscadores de improvisaciones y exploradores del ambientillo pueden dejarse caer por el Triana Bar y el Aljaraque, por la Cava Baja.

Hay activas peñas flamencas que organizan sus festivales: en Fuenlabrada, en Villaverde, en Alcobendas, en Torrelodones... El Flamenco Pa Tós de Gomaespuma (ya van 10 ediciones) y el festival de Caja Madrid también contribuyen a la afición todos los años. Pero los flamencos madrileños tienen ganas de más.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_