ELECCIONES EUROPEAS
El descalabro sufrido el domingo por los socialistas en las elecciones a la Eurocámara deja el destino de la Unión Europea en manos de los conservadores en plena crisis económica e institucional. Las elecciones abren una nueva etapa en la construcción europea marcada por el alejamiento de los ciudadanos del proyecto de la UE.
Paradojas de la política: el desastre electoral del Partido Laborista ha sido de tal magnitud que hace más difícil, no más fácil, que Gordon Brown acabe siendo derrocado por su propio partido. Con tan sólo el 15,7% de los votos, el peor resultado desde la I Guerra Mundial.
"Trágico", "angustioso", "horrible", "desesperante"... La arrolladora irrupción de partidos antisistema en el Parlamento Europeo suscitó ayer una cascada de descalificaciones, en particular en boca de políticos cuyo fracaso en las urnas ha dotado ahora de escaños a un heterogéneo grupo de ultras, xenófobos, eurófobos, euroescépticos y populistas de toda laya.
Silvio Berlusconi no ha escondido su desilusión por los resultados de las elecciones europeas. Pese a obtener en las urnas casi 11 millones de votos (un 35,25% de los sufragios), su planteamiento personalista y plebiscitario ha sido frenado por los electores.
El Ejército brasileño continúa las labores de recuperación de los cuerpos en pleno Atlántico mientras los familiares de las víctimas del vuelo AF-447 aguardan un dramático proceso de identificación de los cadáveres. Son ya 24 los cuerpos rescatados y embarcados en navíos que los transportan hasta las proximidades del archipiélago de Fernando de Noronha.
Sorpresa y vuelta a empezar. La coalición del 14 de Marzo, protegida de Estados Unidos y Francia, cosechó contra todo pronóstico, en las elecciones legislativas del domingo, 71 de los 128 escaños, frente a 57 de la oposición prosiria liderada por Hezbolá y obediente a Irán.
La pugna electoral bloqueó anoche las congestionadas calles de Teherán. Partidarios de los dos candidatos con más posibilidades en las presidenciales del próximo viernes, el actual mandatario Mahmud Ahmadineyad y el reformista Mir Hosein Musavi, decidieron medir sus fuerzas en la capital.