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Reportaje:ESCAPADAS

Cabaré con pitones

Cinco serpientes y mil trajes en el 120º aniversario del Moulin Rouge de París

Margot Molina

El espectáculo del Moulin Rouge, con el que el famoso cabaré parisino está celebrando su 120º aniversario, es una experiencia inolvidable. En Féerie, la magia surge de la suma de varios factores: la leyenda de desenfreno que forjó Toulouse-Lautrec, esa mezcla de glamour y kitsch que pasean por el escenario sus 80 bailarines y no haber escatimado ni un euro de los ocho millones que ha costado la creación del montaje. Al Moulin Rouge se le puede aplicar lo que un crítico de The New York Times escribió sobre Lola Flores tras su primera actuación en Manhattan: "No canta como una gran cantaora, no baila como una gran bailaora, pero no se la pierdan". En esta sala, en la que mandan el rojo y el negro, han actuado Ella Fitzgerald, Liza Minnelli, Frank Sinatra, Maurice Chevalier o Edith Piaf. Una lista que continúa abierta.

Los números que han convertido a este cabaré en la meca de la diversión marean tanto como el champaña que sirven en sus mesas 150 camareros a velocidad de vértigo y con una destreza similar a la que los artistas derrochan en escena. Por el Moulin Rouge pasan cada año unos 600.000 espectadores; la sala ofrece dos shows diarios: uno, con cena incluida, y otro, en el que las dos horas de revista trufadas de actuaciones se acompañan con champaña. Sus 850 localidades están disponibles los 365 días del año y sus famosas chicas Doriss lucen en Féerie nada menos que 1.000 trajes. Espectaculares tocados, plumas y brillos que, como siempre, no ocultan los bellos cuerpos de los bailarines.

Los directores del espectáculo, Doris Haug y Ruggero Angeletti, van intercalando actuaciones entre las cuatro secciones que incluye el montaje, números como las ocurrencias de un conocido ventrílocuo o las payasadas de una pareja de saltimbanquis. Féerie, con música de Pierre Porte, comienza con la recreación del jardín del Moulin Rouge y ofrece después una aventura pirata en la sección titulada Sandokan, en la que una chica se zambulle en un acuario donde nadan a sus anchas nada menos que cinco serpientes pitón. Con la parte dedicada al circo llegarán también otros invitados especiales (seis ponis con melenas recién salidas de la peluquería) y, para terminar, el escenario hace una especie de revisión del cabaré desde 1900 en la que no falta el famoso cancán francés.

Una noche en el Moulin Rouge es la excusa perfecta para visitar París y descubrir nuevos sitios o revisitar los clásicos. Entre los primeros se encuentra el Hotel du Petit Moulin, un establecimiento que el diseñador Christian Lacroix ha abierto en el famoso barrio de Le Marais. El edificio es una antigua panadería, que contaba a Víctor Hugo entre sus clientes, en la que el modisto sorprende con la osadía que caracteriza sus creaciones. Un puzzle de colores y texturas justo al lado del Museo Picasso y a un paso del Centro Georges Pompidou. Pero para presupuestos más ajustados, una buena opción también nueva para el alojamiento son los coquetos apartamentos que se alquilan por días o semanas en My address in Paris, totalmente equipados y repartidos por el centro de la ciudad.

Tentaciones culinarias

A la hora de comer triunfan los clásicos y, aunque siempre a tope y a veces demasiado ruidoso, vale la pena una cena en Julien, con su salón art nouveau; sin olvidar un paseo por la peatonal calle Montorgueil, muy cerca del Museo del Louvre, donde es difícil resistirse a sus muchas tentaciones gastronómicas, o una visita a otra calle, la de Paul Bert, que se ha convertido en meca para los gourmets con restaurantes como Bistror Paul Bert o Le Temps au Temps. Si lo que quieren son ostras y están cerca de los bellos Jardines de Luxemburgo, nada más fresco ni a mejor precio que el pequeño restaurante Mercerie Mullot. Con ellas se da buena cuenta de los tópicos parisinos: ostras, champaña y cancán, un trío que nunca pasará de moda.

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Una <i>vedette </i>del Moulin Rouge, en el número del espectáculo <i>Féerie</i>, en el que se baña con cinco serpientes pitón.
Una vedette del Moulin Rouge, en el número del espectáculo Féerie, en el que se baña con cinco serpientes pitón.

Guía

La visita

» Moulin Rouge (0033 1 53 09 82 82; www.moulin-rouge.com). 82, Boulevard de Clichy. Cena y espectáculo, a las 19.00, entre 150 y 180 euros. Espectáculo y media botella de champaña, a las 21.00 o 23.00, de 92 a 102.

Dormir y comer

» Hotel du Petit Moulin (0033 1 42 74 10 10; www.hoteldupetitmoulin.com). 22-31, Rue de Poitou. Dobles, de 190 a 350.

» My Address in Paris

(www.myaddressinparis.com). Alquilan desde estudios hasta pisos con tres dormitorios. Entre 60 y 475 euros al día.

» Restaurante Julien (0033 1 47 70 12 06; www.julienparis.com). 16, Rue de Faubourg-Sant-Denis. De 35 a 55 euros.

» Bistrot Paul Bert (0033 1 43 72 24 01). 18, Rue Paul Bert. Menús desde 35 euros.

» Mercerie Mullot (00 33 1 43 26 08 06). 19, Rue Bréa. Pescado desde 20 euros.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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