TVE destituye a un directivo por ocultar la pitada al himno en la Copa del Rey

TVE-1 decidió ayer que rodaran cabezas por el gran escándalo en torno a la ocultación, primero, y una versión educorada después sobre la masiva pitada al himno nacional el miércoles pasado antes de la Final de la Copa del Rey. Julián Reyes, responsable de Deportes, fue destituido de forma fulminante por Javier Pons, director de la cadena pública, "al considerarlo responsable de la no emisión del himno nacional en directo durante la retransmisión del partido", señaló ayer Pons en una rueda de prensa, convocada con urgencia. Según el director, el propio Reyes presentó en la madrugada del miércoles al jueves su dimisión. "Considero inaceptable lo sucedido", añadió. Reyes no atendió ayer a las llamadas de este periódico. Fuentes próximas al ex directivo señalaron que "no iba a hacer declaraciones a los medios".

La versión diferida soslayó la crudeza del suceso y provocó un gran escándalo

La noche del encuentro, a los primeros acordes, hinchas de dos equipos en lid, el Barcelona y el Athletic de Bilbao, comenzaron a silbar, abuchear y a patear las gradas. Todo esto lo pudieron ver y oír las 55.000 personas que se dieron cita en el estadio de Mestalla, o los oyentes de las cadenas de radio. No así los espectadores que se disponían a seguir el encuentro por TVE-1. En ese oportuno momento, la cadena pública aprovechó para conectar con San Mamés, donde se habían reunido miles de aficionados del equipo bilbaíno.

En el descanso, TVE se disculpó con un comunicado: "Por un error humano, el himno nacional no se ofreció en directo antes del comienzo del partido", la nota añadía que "dicho fallo se intentó subsanar emitiéndolo íntegramente en el descaso". Por último, la Corporación pedía disculpas. Y mientras los dos equipos esperaban a saltar otra vez al terreno de juego, TVE dejó ver cómo sonaba el himno, en esta realización a un volumen muy superior al sonido ambiente, con imágenes de los jugadores y algunos aficionados solemnes, en pose marcial y con una mano en el pecho.

Durante la comparecencia, Pons también anunció que ya se ha abierto una investigación "para depurar otras responsabilidades". El directivo negó "categóricamente" cualquier tipo de censura" y reiteró sus disculpas a los ciudadanos "por este grave error". También subrayó que "en ningún momento se dio ninguna instrucción para ocultar lo que sucediera en el estadio de Mestalla. Todo lo contrario", apostilló. Pons relató que "a las diez menos tres minutos", cuando fue consciente de lo sucedido, llamó inmediatamente a Reyes para pedir explicaciones, que según Pons "no resultaron aceptables". Para el responsable de Deportes todo se debió a "un fallo de descoordinación entre los estudios centrales y los centros desde donde llegaban las imágenes", dijo Pons.

"Sabiendo la importancia del evento se dieron instrucciones precisas para que no fallara nada, algo que sí realizó RNE, donde se emitió en directo el himno y el sonido ambiente, pero que no llevó a cabo el responsable de la retransmisión deportiva de Mestalla". Pons insistió en que se trata de "un error de extraordinaria gravedad el no permitir a los ciudadanos seguir en directo lo que acontecía".

Reyes será sustituido de "forma provisional", tal como hizo hincapié Pons, por Ricardo Castellano, subdirector de contenidos deportivos de TVE.

Teo Altieri, representante del Comité General Intercentros de TVE, pidió la destitución de Pons ante "el despropósito de achacar la responsabilidad de la no emisión en directo del himno" al director de Deportes. Altieri, en declaraciones a Europa Press, explicó que "resulta obvio" que lo ocurrido responde a decisiones "de alto calado" y por lo tanto es "insostenible" que se dieran "instrucciones claras y no se cumplieran". El sindicato USO, a través de un comunicado, criticó "la manipulación flagrante" de TVE, que "escamoteó el himno y la noticia y tergiversó la realidad de unos hechos que nos guste o no son lo que son". También aludió a la chapuecera realización, dedicada "a no mostrar la realidad, forzando planos imposibles y aparentando que no sabemos hacer retransmisiones perfectas".

Roberto Laquidaín, vicepresidente del consejo de informativos de TVE, consideró "deplorable" que se decidiera "evitar que se conociera en directo lo que estaba ocurriendo" y atribuyó la decisión "quizás por un exceso de celo por parte de algún directivo. Diversas asociaciones de espectadores calificaron de error "tremendamente inoportuno e imprudente" y criticaron que la cadena tratara de "escamotear" un hecho de "relevancia informativa".

Más de diez millones de espectadores (48,5% de cuota de pantalla) siguieron por TVE-1 el triunfo del Barcelona por cuatro goles a uno frente al Athletic. Un buen resultado que se debe haber atragantado a sus responsables.