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Día de la Comunidad

El PSOE dejará el boicoteo tras la contraprogramación

Vuelta a la normalidad. Tras haber celebrado ayer en solitario la fiesta regional del Dos de Mayo, el Partido Socialista de Madrid (PSM) abandona ya el boicoteo a la presidenta Esperanza Aguirre. La luz de gas a los actos oficiales del Gobierno regional comenzó hace menos de dos meses, tiempo en el que a los socialistas les han llovido las críticas. Fue la respuesta del principal partido de la oposición al carpetazo de los populares a la comisión del Parlamento regional constituida para investigar los casos de espionaje (presuntamente efectuado por personas vinculadas a la Consejería de Justicia e Interior) a responsables del propio Gobierno autónomo.

Los responsables del socialismo madrileño son conscientes de que el boicoteo ha resultado muy discutido. "Quizá no supimos explicarlo bien", plantean. Quizá contribuyó a ello el acto en el que se estrenó el vacío: el homenaje a las víctimas del 11-M. La última ausencia de los actos oficiales fue la de ayer, la celebración por separado del Día de la Comunidad. "Estaba previsto acabarlo con la fiesta del Dos de Mayo", aseguran.

En la plaza de ese nombre, los dirigentes socialistas, que conmemoraban la fecha en solitario, comentaban los resultados de la encuesta de intención de voto publicada por EL PAÍS. Y lo hacían con el foco puesto en la rival. A tenor del sondeo, de celebrarse ahora elecciones el PP lograría el 50,6% de los votos (en 2007 alcanzó el 55,8%) y dos escaños menos. El PSOE también rebajaría resultados (del 35% al 32,8%, aunque mantendría el mismo número de diputados). "Aguirre está al borde de perder la mayoría absoluta. Ha sufrido un gran desgaste en un año", enfatizaba el secretario general de los socialistas, Tomás Gómez.

El PSM resta importancia a sus malos resultados (pierden dos puntos en intención de voto y su líder es el peor valorado). "Reflexionaremos sobre ello", dice Gómez, para quien su suspenso es "un acicate".

Su empeño para los dos años que quedan para las elecciones es "visualizar la descomposición interna del PP, la corrupción, el deterioro de los servicios públicos y el desgobierno en materia económica". "A Aguirre le quedan siete décimas para perder la mayoría absoluta", añadía la portavoz parlamentaria, Maru Menéndez.

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