Obras en la calle de Balmes
Hay un tramo de la calle de Balmes de Barcelona en obras. El objetivo es más que loable: ampliar las aceras y reducir el espacio del coche. Bien está: con la de bicis y motos que circulan por las aceras, o se amplían o no caben todas. Las obras se están haciendo, de momento, entre las calles de Provença y Aragó, en el lado plaza de Espanya. El otro lado se hará más tarde. El resultado final será que Balmes perderá un carril para el tráfico rodado y las aceras serán más anchas. No en toda la calle: sólo entre Diagonal y Aragó porque el Consistorio no tiene dinero para seguir la obra de Aragó a Pelai, que es donde empieza Balmes, y mucho menos desde Diagonal hasta la plaza de Kennedy.
Las obras están bien programadas: se empieza el corte por el final para ir adaptando la calle al tráfico progresivamente. ¿Cuál es, pues, la queja, más allá de que la mejora sólo afecte a un tramo? La formula la lectora L. V. y hace referencia a la falta de señalización. La normativa municipal impone que se informe a los ciudadanos del motivo de la obra, la fecha de inicio y la prevista del final. La lectora insiste en que no hay carteles. El Ayuntamiento muestra que la lectora no tiene razón: hay un cartel en Diagonal-Balmes y otro en Aragó. El único problema es que la lectora acostumbra a entrar en Balmes por una calle situada entre Diagonal y Provença y, claro, no puede ver carteles que están en otra parte. Lo mismo ocurre con Aragó: pueden verlo quienes circulen por esta vía, pero no los que bajen por Balmes, porque está al revés de la circulación. A eso se le llama pensar en el usuario. Por cierto, las obras deben terminar en febrero. A ver si es verdad.
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