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Comarcas Centrales en vía muerta

El proyecto sigue paralizado pese a los intentos aislados de reactivarlo

El abandono endémico de la línea ferroviaria Alcoi-Xàtiva, víctima de la falta de colaboración entre administraciones, serviría como símbolo de la paralización del proyecto de articulación social y económica de las Comarcas Centrales, un espacio interprovincial, a caballo entre Alicante y Valencia, formado esencialmente por L'Alcoià, El Comtat, La Marina Alta, La Safor, La Vall d'Albaida y La Costera, con notables nexos comunes y potenciales sinergias no aprovechadas. Pese a las casi dos décadas de estudios, reuniones y dinero invertido, el proyecto no arranca. Ni tiene visos de hacerlo pese a los intentos aislados de reactivarlo.

La idea de aglutinar a estas comarcas surgió en Gandia, a principios de los años noventa, como elaboración teórica del Centre d'Estudis i Investigacions Comarcals (CEIC) Alfons el Vell, y vivió su momento de mayor efervescencia a finales de esa década con la creación del Consorci de les Comarques Centrals, ahora bajo la presidencia del alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, y la representación de municipios y agentes sociales. Para ello se aprovechó el paraguas y la financiación de la Unión Europea, a través del programa Concercost de cooperación entre pequeñas ciudades, y se redactó un plan estratégico de promoción económica y ordenación territorial en el que participaron las universidades de Valencia y Alicante. Las ayudas europeas, de unos dos millones de euros, se acabaron, y el Consorci dejó de convocarse en el año 2002. Más adelante, en 2004, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se comprometió ante empresarios y alcaldes a poner sobre la mesa 360.000 euros para seguir adelante. La ayuda no se materializó. Ni se volvió a convocar el Consorci.

En 2004, Camps se comprometió a poner sobre la mesa 360.000 euros
La mayoría de los reproches se dirigen a Rus, presidente del Consorci
"Dada la coyuntura económica, sería bueno reconstruir el consenso"
"Queda una red de centros de investigación comarcales"
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La mala situación económica, sin embargo, ha relanzado el debate. Algunos dirigentes comarcales del PSPV, caso del alcalde de Concentaina, Rafael Briet, o el edil de Moixent y miembro de la ejecutiva provincial, Josep Lluís de la Piedad, han pedido la convocatoria del Consorci apelando a la necesidad de encontrar instrumentos contra la crisis. Mientras, el Bloc Nacionalista Valencià presentó a finales de 2007 mociones en los ayuntamientos para reconvocar el Consorci y dotarlo de nuevo de contenido y presupuesto. Curiosamente, el Ayuntamiento de Xàtiva, presidido por Rus, votó a favor de la moción de los nacionalistas. Sin embargo, en junio de 2008, el PP bloqueó en las Cortes Valencianas una propuesta idéntica presentada por el secretario del Bloc, Enric Morera. Consultado por EL PAÍS, Alfonso Rus declinó comentar el asunto. Pero la mayoría de los reproches por la parálisis del Consorci van dirigidos a su todavía presidente, a quien se acusa de "utilizarlo como plataforma política y desecharlo una vez conseguidos los cargos" de presidente provincial del PP y de la Diputación de Valencia, apunta el diputado autonómico de Esquerra Unida Lluís Torró. No obstante, desde esta formación, y también desde el Bloc, dividen la responsabilidad y la atribuyen al "desinterés de los dos partidos mayoritarios" hacia una entidad que, de alguna forma, va contracorriente de la estructura provincial, ensalzada por el PP y asumida por el PSPV-PSOE, y que además se plantea como un incómodo polo económico alternativo a las grandes áreas metropolitanas de Valencia y Alicante-Elche. Algo que dirigentes socialistas de estas comarcas no se esfuerzan en desmentir.

Muchos, en todo caso, creen que se trata de una oportunidad perdida, un concepto que "no ha pasado del ámbito académico", como lamenta el ex concejal nacionalista de Ontinyent Rafael Beneyto. "Estábamos y estamos convencidos de que esa zona, con una población de unas 500.000 personas, tiene la suficiente entidad, de que existe una base económica, social y cultural", explica el alcoyano Paco Molina, actual secretario general de CCOO y hasta hace poco responsable de este sindicato en las Comarcas Centrales. "No era una cuestión romántica de cuatro estudiosos ni se pretendía instaurar la cuarta provincia. Había una base de estudio seria, en la que participó la OCDE, en la que se analizaban las comunicaciones o las redes culturales pero también las posibilidades y alternativas de apoyo a los sectores productivos. Se puso una barbaridad de dinero, pero aquello cogió tanta dimensión que ni PP ni PSOE se lo acabaron de creer", abunda Molina, quien considera, sin falsas esperanzas, que "dada la coyuntura económica, sería bueno reconstruir el consenso que existía", en alusión a los primeros años de funcionamiento del Consorci.

Nèstor Novell, director del gabinete de promoción económica de Gandia, y uno de los miembros del CEIC Alfons el Vell que impulsó la iniciativa, reprocha que no haya "ninguna voluntad política". "De hecho, en ocasiones se realizaban propuestas cuyo ámbito excedía el de las Comarcas Centrales. No digo que fueran apuestas de desmembramiento, pero sí que se caminaba en otra dirección. Y tampoco es que la sociedad civil haya empujado en absoluto", añade en referencia sobre todo a las organizaciones empresariales. Novell no ve posible recuperar el Consorci, pero pone el acento en lo que sigue funcionando. "Queda una red de centros de investigación comarcales que mantiene una cierta coherencia", dice, y señala también que el Ayuntamiento de Gandia "continúa jugando al tema de las Comarcas Centrales en tanto que ciudad de referencia cultural" de las mismas. "Pero no hay interlocución porque Xàtiva mira a Valencia y Alcoy hacia ningún sitio", sentencia.

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