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Reportaje:Empresas & sectores

La franquicia también sufre

La facturación de las cadenas españolas se estanca y desciende el empleo

La crisis ha llegado también a la franquicia, un modelo de negocio que había crecido con fuerza en los últimos años en España. Estancamiento es la palabra que mejor define el estado actual del sector, cuya facturación alcanzó el año pasado los 26.010 millones de euros, apenas un 0,5% más que en 2007. "Dada la situación general, es un dato más que positivo", afirma Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF). "Más allá de la crisis y de situaciones difíciles, parece que la franquicia tiene una salud suficientemente buena".

El estancamiento del negocio franquiciador está teniendo un duro impacto en el empleo. Según datos difundidos por la AEF esta semana, si en 2007 las cadenas dieron trabajo a 241.000 personas, la cifra descendió hasta 236.000 en 2008, lo que significa 5.000 empleos menos.

Unos sectores lo están pasando peor que otros. El más dañado es, sin duda, el inmobiliario, cuyas empresas destruyeron más de la mitad de los 5.000 puestos de trabajo perdidos en las fraquicias en 2008. Aunque sólo han desaparecido tres enseñas inmobiliarias, en un año se han cerrado 1.385 establecimientos del sector.

Pero hay actividades que siguen creciendo. Las franquicias de belleza, estética y salud, que ya despuntaban antes de que estallara la crisis, siguen reforzándose. Bajan ligeramente las especializadas en deportes y las agencias de viajes. Un año más, la alimentación y la hostelería son los sectores que siguen tirando de la franquicia en cuanto a facturación.

El número de enseñas franquiciadoras que operan en España aumentó de 843 a 875 en un año, según las cifras de la AEF, que está integrada por 193 socios y cuya facturación representa el 66% del volumen de negocio que genera el sistema de franquicias en España. Madrid sigue siendo la comunidad con más enseñas franquiciadoras (288) seguida de Cataluña (236). Entre ambas aglutinan el 70% de la facturación, "una concentración exagerada" en palabras de Xavier Vallhonrat. Después van la Comunidad Valenciana (92), Andalucía (82), Galicia (32) y Castilla y León (24).

Como en otros sectores de la economía, el gran obstáculo para el crecimiento de las franquicias es la falta de financiación. "El emprendedor español está dispuesto a hacer cosas, pero los bancos no le prestan el dinero", afirma Vallhonrat, quien critica a los bancos por no ejercer "la función para la que nacieron" y también al Gobierno por no haber plasmado en medidas útiles sus planes de apoyo a la pequeña y mediana empresa.

Pese a todo, el sector es optimista. Vallhonrat cree que la franquicia "está soportando bien una situación complicada" y apunta que "algo está empezando a moverse" en la buena dirección. Así lo atestiguan, según los responsables de la AEF, las cifras provisionales correspondientes al primer trimestre de 2009. Si enero y febrero fueron muy malos, señala Vallhonrat, marzo apunta claramente a un repunte de la actividad: "Es pronto para saberlo, pero esperamos que la tendencia se confirme y que los datos de marzo no sean un espejismo". La franquicia, opinan los responsables de la AEF, ha tardado en destruir empleo más que otros sectores y se recuperará antes que los demás cuando vuelva a fluir el crédito.

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