El volcán jamaicano
Bob Marley no reconocería hoy la música pop jamaicana: Kingston parece ensimismada en un vértigo letal de máquinas convulsas y voces narcisistas. Esa ruptura con la tradición explica que, obligatoriamente, sus artistas clásicos se deban ganar la vida en el circuito exterior. Así que, con cierta frecuencia, podemos ver en escenarios españoles a gigantes como Toots and the Maytals: el martes 7 estarán en la sala Heineken (Princesa, 1).
Si consiguen una entrada, la emoción está garantizada: Toots Hibbert lleva casi medio siglo componiendo, cantando y actuando. Estaba en la primera línea cuando se conformó el reggae, como forma musical y como testigo de la realidad caribeña. Su educación en un coro de iglesia le permitió desarrollar una gozosa afinidad con el soul de Memphis; sus lanzamientos de los sesenta y setenta tenían algo de erupciones volcánicas. En los últimos tiempos, Toots sigue explotando aquel cancionero urgente, con discos pensados para el mercado internacional.