La llamativa quietud del Sol
MALEN RUIZ DE ELVIRA | Madrid
En Babilonia ya había observadores que contaban, a simple vista, las manchas en el Sol, que ahora se sabe que son fieles indicadores de la actividad magnética en su superficie. En Europa, Galileo las dibujó cuando empezó a utilizar el telescopio. Hoy, nuestra estrella se puede ver en directo en Internet, a través de los satélites, y cualquiera puede contar las manchas.