Quejas por los derechos de los detenidos
El abogado defensor del jefe del servicio de Arquitectura de la Diputación Provincial de Málaga, José Francisco Mora, una de las dos personas encarceladas por su implicación en la causa de corrupción en Alcaucín, denunció ayer la situación indigna de los calabozos en los que estuvieron los detenidos hasta su puesta a disposición judicial, que considera "incompatibles con el respeto a la dignidad de las personas y es una forma de trato inhumano y degradante de los detenidos, lo que es contrario a nuestra Constitución y a los tratados internacionales ratificados por España".
El abogado José Carlos Aguilera relata en un escrito que su defendido pasó dos días y dos noches en el calabozo del cuartel de la Guardia Civil de Benagalbón, un espacio de apenas 1,80x1,80 metros, cerrado al exterior y con una puerta de hierro en la que había un "ventanuco" de 25 centímetros de largo y 20 de ancho en forma de celosía que daba a un pasillo interior de 90 centímetros de ancho.
El calabozo no recibía luz natural y tampoco tenía artificial y, según el letrado, su defendido orientaba el tiempo por las entregas de comida. Estas consistían en un bocadillo por la mañana, otro a mediodía y un tercero por las noches -los dos últimos con una fruta-. Con ellos se entregaba una botella de agua de un litro que debía quedar fuera de la celda, por lo que cada vez que quería beber tenía que pedirla.
El abogado, que dejó claro que el trato recibido de la Guardia Civil fue "en todo momento amable, respetuoso y correcto", dijo que las condiciones del calabozo del cuartel de Málaga en el que su defendido pasó otros dos días eran algo mejores y al menos había luz, aunque los detenidos tenían que compartir una letrina sin puerta.
Mientras, el Ayuntamiento de Alcaucín celebró ayer un pleno para conocer la dimisión del alcalde, José Manuel Martín Alba. Además, en la sesión se nombró un tesorero con firma reconocida para que los funcionarios municipales puedan cobrar las nóminas de febrero.
Ahora el consistorio tiene un plazo de 10 días para celebrar el pleno de investidura de la nueva alcaldesa, que será la socialista María Victoria Luque, de 37 años, quien ayer dijo que trabajará con mucho ánimo para devolver a los ciudadanos la confianza en el Ayuntamiento.
