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Necrológica:'IN MEMÓRIAM'
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Joaquín Aracil Bellod, arquitecto de la historia

Nos ha dejado hace pocos días Joaquín Aracil Bellod, fallecido en Madrid el 27 de febrero, un arquitecto como ya apenas van quedando. Un profesional completo, de los que tenían sitio entre sus conocimientos para el oficio de construir, para responder con sensibilidad y pericia a las demandas de un entorno determinado.

Sus obras están todas ellas ancladas al lugar en modo biunívoco, como es el caso paradigmático de sus viviendas para la Cooperativa Pío XII en el casco de Segovia terminadas en 1965. Acompañó su destreza y capacidad como arquitecto con un poso cultural y filosófico extraordinario. Sus obras fueron muchas, muy destacables y sabias, meticulosas, entretenidas en el detalle y, cuando se trataba de restauraciones, cosidas con el hilo de la historia de la arquitectura como el mejor de los sastres con el más delicado de los tejidos. Esa experiencia la trasladó a sus discípulos en la Cátedra de Construcción Arquitectónica de la Escuela de Madrid con el entusiasmo y la eficiencia con los que sólo puede enseñar el que hurga y rebusca tanto en las ruinas como en el horizonte.

Joaquín, Chimo, hubiese cumplido pronto los 80 años encerrados en su contextura menuda que desdibujaba la fecha de su nacimiento, el 21 de abril de 1930 en Alcoi (Alicante), aderezados por su gesto siempre vivaz y curioso, y tonificados por la veloz y certera ironía que sólo quienes hayan leído y meditado mucho pueden bien administrar.

Esencialmente librepensador, desnudo de prejuicios, amante como pocos de la tertulia y de la sobremesa, abierto de par en par al futuro que se le acaba de escabullir aunque la nostalgia -la de los tiempos del heroico y buen hacer de los arquitectos que comenzaron su trabajo en la posguerra y la de los de algo más atrás-, le visitara a menudo. Temperamento mediterráneo, pero de sus dos orillas; fiel en sus modales, sus hábitos y su habla a la tierra alcoyana que le vio nacer.

Capítulo aparte y dilatado merecería su trayectoria política -que inició como militante del Frente de Liberación Popular (FLP), en su rama de Nueva Izquierda Universitaria en 1956- inconforme, crítica, avanzada y utópica; siempre, siempre polémica; nunca, nunca resignada.

Deja infinitas anécdotas de su ingenio, su buen humor, sus crónicas orales inmediatas sobre la última de sus lecturas o sobre el periódico de ayer. Deja la huella de sus trabajos en los que afortunadamente le obsesionó la solidez y la permanencia. Deja un vínculo muy fuerte establecido entre sus amigos, que se encargaba de anudar y aflojar de tanto en tanto y del que todos ellos se sienten orgullosos al notarlo.

Firman también este artículo José Antonio Corrales Gutiérrez, Antonio Fernández Alba, Francisco Fernández Longoria, Carlos Ferrán Alfaro, José Antonio López Candeira y Luis Miquel Suárez-Inclán, arquitectos.

Joaquín Aracil Bellod.
Joaquín Aracil Bellod.

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