"Sin violencia sería posible una fórmula electoral con Batasuna"

Aintzane Ezenarro llega sonriente a media mañana a la sede de Aralar en San Sebastián. "¿Veis? Para conseguir algo, primero hay que creérselo", les dice a las secretarias al día siguiente de lograr un sonoro éxito electoral. Su partido pasa a ser la cuarta fuerza política vasca con cuatro parlamentarios.

Pregunta. ¿Qué ha pasado?

Respuesta. Por lo que a Aralar se refiere, los cuatro escaños tienen un enorme simbolismo en el mundo de la izquierda abertzale: cada vez somos más y estamos más unidos quienes queremos construir una nueva izquierda abertzale que apuesta por las vías políticas y quiere dar respuesta a los problemas del día a día. Ahora la crisis económica es un problema muy grave que exige llevar la voz de los trabajadores al Parlamento. Esta forma de entender la izquierda abertzale es cada vez más fuerte en Navarra, en Iparralde y, ahora, en Euskadi. Nos acercamos a los números de la otra izquierda abertzale. Es evidente que nosotros vamos al alza y ellos, a la baja, lo cual es un síntoma de que va en aumento el número de personas que queremos abandonar para siempre la espiral del sufrimiento.

"Nos acercamos a las cifras de la otra izquierda 'abertzale'. Vamos al alza y ellos, a la baja"

"Los resultados electorales indican que la mayoría de este país es 'abertzale"

P. Itziar Aizpurua, en representación de la anulada plataforma D3M, aseguraba en la noche electoral que los votos de Aralar son prestados de Batasuna.

R. Los votos no son de las organizaciones, ni de los partidos, son de las personas, que votan en conciencia. Hay 62.000 votantes que confían en el proyecto de Aralar. Sólo me cabe darles las gracias y prometerles que vamos a hacer lo imposible por lograr la izquierda abertzale que todos soñamos.

P. ¿Está consolidado el electorado de Aralar o es un voto coyuntural?

R. Los votos nunca están consolidados, se revalidan cada cuatro años. Somos una fuerza al alza y vamos a crecer más, pues en este país la gente de la izquierda abertzale está muy cansada del sufrimiento y las políticas antirrepresivas. Ese mundo quiere una alternativa de izquierdas y abertzale como la nuestra.

P. ¿Este despegue de Aralar significa que el mundo violento comienza a desintegrarse?

R. Yo diría que Aralar se ha fortalecido en el espacio de la izquierda abertzale. Nosotros vamos a más y esto refleja que la gente [de Batasuna] está muy cansada del terrorismo.

P. ¿Cómo se ven dentro de diez años?

R. No suelo especular con el futuro. Siempre he creído en este proyecto a medio y largo plazo. Me gustaría que en pocos años la violencia desapareciera de nuestra lucha nacional y las distintas sensibilidades que hay dentro de la izquierda abertzale podamos colaborar, no digo formando una única fuerza política, pero sí mediante una fórmula electoral. Más allá de disputas del pasado, hay que ser generoso con ese mundo, siempre y cuando exista el respeto mutuo y se apueste claramente por la política. Ojalá lleguemos pronto a este escenario, porque significará que la violencia habrá desaparecido de nuestras vidas.

P. ¿Con los resultados del domingo, teme una reedición de la política de frentes?

R. Hay un claro ganador: el PNV y su candidato Ibarretxe. Lo lógico es que él lidere el futuro Gobierno. Los resultados indican que la mayoría de este país es abertzale, aunque esto haya quedado distorsionado por la ilegalización de D3M. Nosotros estamos dispuestos a negociar con Ibarretxe y repetimos que no vamos a favorecer a un candidato de obediencia estatal.

P. Patxi López podría ser investido lehendakari con los votos del Partido Popular.

R. Cada uno tiene que ser responsable de sus actos. Si el PSE, segundo en las urnas a mucha distancia del primero, da ese paso y se sitúa en el frentismo, hará lo contrario de lo que dijo durante toda la campaña. Hay que ser coherente, porque si no, estará defraudando a la ciudadanía.

P. ¿Por qué no les gusta una opción de izquierda PSE-EB-Aralar como existe en el Ayuntamiento de San Sebastián?

R. En un país normalizado quizá fuera posible. No estamos en esa situación. Estamos radicalmente en contra de las posiciones del PSOE para lograr la pacificación y la normalización. El PSOE apuesta por la vulneración de derechos fundamentales en la lucha contra la violencia. Ésa no es la vía para la paz. Y, lo que es más grave, no tiene la voluntad de acordar entre todos un marco de convivencia.

P. ¿Cabe la posibilidad de que Aintzane Ezenarro sea consejera en el próximo Gobierno?

R. Nuestro objetivo no es entrar en el Gobierno, sino incidir en la gestión mediante acuerdos puntuales.

P. ¿Qué posición prefiere, la de Ibarretxe o la de López?

R. La de Aintzane Ezenarro. Me encuentro muy feliz.