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Adiós a Nicolás, anfitrión cultural

La crisis puede con el restaurante del escritor Juan Antonio Méndez, punto de encuentro de literatos, políticos y artistas durante 25 años

La actriz Charo López recibió ayer por la mañana una llamada que le impactó. Le comunicaron que la reserva que tenía para cenar esta semana en el restaurante Nicolás de la calle de Villalar, junto a la Puerta de Alcalá, quedaba anulada porque ese local cerraba definitivamente. La crisis ha podido con él, y la actriz no ocultaba su enfado, porque tanto para ella como para otros muchos artistas, además de políticos y profesionales de la cultura, supone perder un claro referente en la actividad social de sus vidas. Entre otras personas a las que se anuló la cita para estos días fue a las ministras Mercedes Cabrera y Elena Salgado, clientas habituales.

El creador de Nicolás, el poeta y escritor Juan Antonio Méndez (Madrid, 1939), dio un giro copernicano a su vida en 1984 al dejar su actividad en el mundo editorial para pasar a ser restaurador de un pequeño local de la calle del Cardenal Cisneros. No obstante, Méndez siguió compaginando los fogones con sus trabajos como poeta y traductor de autores como el filósofo marxista Mario Rossi, el sociólogo francés J. F. Faure Soulet, el cineasta y escritor Pier Paolo Pasolini, el lingüista Galvano della Volpe, el crítico Francesco Orlando, la filósofa francesa Baldine Saint Girons o el humanista Attilio Brilli, del que acaba de traducir un libro que saldrá a la calle en unas semanas sobre el viaje a Italia como fenómeno cultural. También ha traducido a otros poetas y escritores canallas y malditos, cuyo trabajo a veces ni llegaba a firmar.

En sus mesas comieron Dario Fo, García Márquez y Orhan Pamuk

Fue en el primigenio Nicolás donde empezaron a desembarcar rostros conocidos, algo que se hizo más frecuente cuando se hizo cargo del local que ayer decidió cerrar, un espacio con una veintena de mesas y dos reservados donde se hablaba de literatura metiendo la cuchara en unos garbanzos con chipirones. Los creadores también atacaban, en tertulia espontánea, bacalaos o foies a precios no desorbitados. "Existen unos libros de firmas que impresionan", comentaba ayer Méndez en referencia a algunos clientes como los Nobel de Literatura Dario Fo, Gabriel García Márquez y Orhan Pamuk; escritores como Mario Vargas Llosa, Cabrera Infante, Caballero Bonald, Ángel González y, por supuesto, Alberto Méndez, hermano de Juan Antonio y autor de Los girasoles ciegos.

También se vieron las caras entre las paredes decoradas con grabados de Barceló o Sicilia otras generaciones de escritores como Luis García Montero, Benjamín Prado, Juanjo Millás y Almudena Grandes, que se encontraba cíclicamente con amigas. Entre el mundo de la plástica se ha visto por allí a Tàpies, Alberto Corazón, el fallecido Juan Muñoz, Cristina Iglesias y una larga lista de políticos que obviamente encabezaría el Rey.

Méndez, que en los últimos meses estaba siendo relevado por su hijo Claudio, achaca la súbita desaparición del Nicolás a la crisis: "Teníamos una dimensión para un negocio, que ha sido próspero durante años, pero no se ha podido redimensionar".

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Puerta del restaurante Nicolás, cerrado desde ayer.
Puerta del restaurante Nicolás, cerrado desde ayer.SAMUEL SÁNCHEZ

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