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Reportaje:Información privilegiada | Empresas & sectores

Los intentos de MAFO de apaciguar al PP

El gobernador procuró en una reunión y varios contactos tener el apoyo de Rajoy

Miguel Ángel Noceda

Unos días antes de su comparecencia obligada en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de sus responsabilidades, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), solicitó una reunión a Mariano Rajoy, que hizo un alto en la campaña electoral. El objetivo del encuentro, al que también asistió el portavoz de Economía del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro, era que el principal partido de la oposición se involucrara en la búsqueda de soluciones ante la crisis.

Sin embargo, MAFO se encontró con una intervención beligerante, hosca, rayana muchas veces en el insulto, de Montoro, lo que se salía de la típica cortesía parlamentaria con los altos cargos. Fernández Ordóñez sabía que esa deriva política era más que probable y, posiblemente por eso, se había trabajado un acercamiento al partido conservador.

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Es habitual que el gobernador convoque a los líderes políticos, empresariales y sindicales para pulsar la situación financiera y conocer sus puntos de vista. Uno de los deberes que se supone a su cargo es implicar a todas las fuerzas políticas. Por eso no sorprende que en medio de la tormenta, y ante el inminente paso por el Parlamento, el gobernador quisiera reunirse con los líderes del PP. En ese sentido se enmarcan otros contactos previos y los que ha mantenido el subgobernador, José Vicens, y la llamada telefónica del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, a Mariano Rajoy.

Pero está claro que el mensaje no debió calar lo suficiente en el PP. Desde luego, su portavoz económico no transmitió la confianza que le había pedido el gobernador a su jefe. Antes bien, mostró un tono tan agresivo que dejó claro que el ex secretario de Estado de Hacienda, Economía y Comercio con distintos Gobiernos socialistas sigue ocupando un lugar privilegiado entre las devociones populares, empeñados en que el gobernador no consiga quitarse el marchamo político del que él y el Banco de España quieren alejarse.

Tampoco quiere el PP dar la imagen de que se pliega a sus peticiones, por muy coherentes que sean, cuando le está acusando de estar en connivencia con el Gobierno en todas sus actuaciones. Está claro que le recuerdan como un azote al Gobierno del PP y que nunca fue de su agrado para ocupar el cargo de gobernador.

Yendo a los hechos del miércoles, MAFO reconoció que la crisis puede suponer una reestructuración del sistema bancario español, pero insistió en que no ha habido ninguna quiebra y que no hay riesgo de que sucedan. Montoro, lejos de seguir por la línea constructiva, cargó con todo lo que pudo augurando intervenciones públicas y fusiones de entidades financieras, en especial la que ya está en marcha de Unicaja y la Caja Castilla-La Mancha (CCM), que en su opinión está orquestada por el Banco de España y el Gobierno.

En realidad, su misión era transmitir ese mensaje contra el Gobierno y contra MAFO. "Su deber es advertir de lo que se nos viene encima, que, por supuesto, usted conoce porque lo tiene encima ya", bramó en alusión a esa fusión, que, dicho sea de paso, ha creado una caza de brujas dentro del PP porque parte de sus consejeros manchegos la apoyan pese al rechazo del partido y en especial de la secretaria general y responsable en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.

Una fuente próxima al PP sostiene que la intervención es reflejo de la gran tensión interna que vive el partido, cuando tenía que haber discurrido por los cauces técnicos. "No hay que olvidar que el gobernador estaba allí en calidad de guardián del sistema financiero y para dar su visión técnica y no política". Pero eso es una opinión, porque Montoro habló en el Congreso con todas las bendiciones de la cúpula del PP. "Una cosa es sumar y construir en apoyo al sistema financiero y otra muy distinta callarse para tapar las golferías que están haciendo con la fusión de la CCM y Unicaja y las que pueden estar cociendo", manifiesta una fuente autorizada del PP.

Por si las cosas no habían quedado claras, el jueves Cristóbal Montoro echó más leña al fuego al denunciar el "mangoneo político de las entidades bancarias" por parte del PSOE, y advirtió de que el PP no va a consentir que el Banco de España y el Gobierno "maniobren para que los socialistas dominen al sector bancario". La ofensiva que no cesa.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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