La nueva Casa Blanca
Barack Obama, que no quiere ser el presidente que perdió la guerra de Irak, anunció ayer que hasta 50.000 soldados norteamericanos permanecerán en ese país después de que las operaciones de combate concluyan, en agosto del año próximo.
En 48 horas hemos visto dos caras diferentes de la compleja personalidad que se oculta tras Barack Obama: el visionario que quiere dejar huella profunda de su paso por la Casa Blanca y el pragmático que no duda en corregir sus promesas para compatibilizarlas con la realidad.
Tres contratistas del Ejército de EE UU capturados por la guerrilla colombiana de las FARC en 2003 y liberados en julio han querido desarmar el mito del heroísmo de Ingrid Betancourt, a quien acusan de dominante, egoísta e incluso traicionera en un libro de memorias en el que relatan sus 1.967 días de secuestro en la selva.
Los jefes de Estados y de Gobierno de la Unión se reúnen mañana en una cumbre extraordinaria para suturar las fisuras que la crisis comienza a crear en el edificio comunitario, tensionado por fuerzas proteccionistas y muy necesitado de pruebas de solidaridad.
Segunda reunión entre el derechista Benjamin Netanyahu y la liberal Tzipi Livni. Segundo fracaso. Los líderes de los partidos más votados en las elecciones del 10 de febrero -aunque juntos no alcanzan la mayoría absoluta, 61 diputados- fueron incapaces de alcanzar, ayer en Tel Aviv, un acuerdo para formar en Israel un Gobierno de unidad nacional.
Distintas ciudades paquistaníes fueron ayer escenario de disturbios por tercer día consecutivo contra el fallo del Tribunal Supremo que prohíbe al ex primer ministro Nawaz Sharif y a su hermano presentarse a las elecciones. En Lahore (provincia de Punjab), los partidarios de Sharif, que creen que el presidente, Alí Zardari, presiona al Supremo, arrojaron piedras a la policía y quemaron neumáticos.