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Elecciones 1-M | La campaña

"Nos trajeron engañados"

Cientos de mayores, llevados sin saberlo a un acto de Quintana

"Jueves, 19 de febrero. Excursión a Portugal. Importe: 15 euros". El cartel, pegado desde hace días en la asociación de jubilados de Pi y Margall, la mayor de Vigo, no mencionaba a Anxo Quintana ni al BNG. Como el precio incluía transporte y comida, a la directiva del centro no le costó demasiado trabajo encontrar gente con que llenar seis autobuses. La sorpresa vino después, cuando a media mañana los autocares se detuvieron en Oia, a 20 kilómetros de la frontera, y sus ocupantes se encontraron repentinamente en el centro de un acto propagandístico del candidato del Bloque. El revuelo fue inmediato.

Quintana actuó como en cualquier otro de los llamados actos sectoriales. Micrófono en la solapa, en el centro del salón principal un hotel abarrotado por unos 800 mayores, detalló logros y propuestas y pidió el voto para el BNG. Pero el runrún del medio centenar de mayores que se agolpaban en la puerta no le pasó inadvertido. Así que subrayó que él allí era un invitado y, a diferencia de otras sesiones matinales, no expuso el micrófono a preguntas improcedentes.

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Los organizadores

De los preparativos se encargó la Confederación Galega de Maiores (Cogama), una organización impulsada desde la Vicepresidencia. Hasta 12 autobuses consiguió llenar Cogama. Su presidente, José Piñeiro, fue el único que intervino, para dar las gracias a Quintana mientras aquí y allá muchos abandonaban sus sillas, enojados por su involuntaria participación en un acto electoral. "Nos han traído engañados, como si fuéramos ganado", se quejaba a los periodistas un matrimonio de Vigo. "Me da igual PP, PSOE o BNG: esto no se hace", apuntaba otro señor. Piñeiro negaba la mayor. "Eso es mentira, yo mismo avisé a la gente. Lo que pasa es que siempre hay alguno que desentona".

El incidente ensombreció la jornada de Quintana, que completó con un mitin en Monforte ante 500 personas. El candidato habló sobre todo de reequilibrio territorial, para reivindicar las políticas llevadas a cabo desde la Consellería de Medio Rural destinadas a fijar población en las zonas menos pobladas. En Oia, donde explicó por la mañana los muchos centros de día abiertos por Vicepresidencia, no se prestó a bailar con la tercera edad. "Hay demasiados periodistas por aquí esperando por la foto", bromeó.

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