Los siete que ven adoctrinamiento
Con que se enseñe cómo está organizada la UE, los contenidos de las convenciones internacionales y la Constitución española están de acuerdo. Pero los siete jueces más conservadores de los 29 que han dictado esta sentencia discrepan del fallo por la misma razón de fondo: la formación moral.
Juan José González Rivas explica en su voto particular que en esta polémica "subyace una cuestión de límites de intervención estatal" y opina que los criterios de evaluación "son valorativos" y "superan la línea que separa la enseñanza del adoctrinamiento".
Emilio Frías Ponce argumenta que la competencia del Estado de formar en valores y virtudes cívicas "ha de armonizar con el principio de neutralidad ideológica", lo que hace que sea difícil de justificar la intervención de los poderes públicos en la educación "más allá de los valores que constituyen el sustrato moral del sistema constitucional". Y opina que el tribunal debió "haber declarado la nulidad de parte de la norma estatal". Esta opinión la suscribe Juan G. Martínez Micó.
Jesús Ernesto Peces Morate -con el que están de acuerdo Mariano Oro-Pulido y Pedro Yagüe- discrepa de que la educación sobre valores morales subyacentes en la Constitución no pueda implicar un "adoctrinamiento". En una argumentación más centrista, dice que es innegable que derechos tan fundamentales como la vida, la dignidad de la persona o su libertad reciban "respuestas tan distintas en sociedades que profesan idéntico ideario sobre los derechos fundamentales reconocidos en las declaraciones universales".
Manuel Campos advierte de las dificultades para aceptar o no la objeción de conciencia en los ordenamientos jurídicos contemporáneos y en sociedades cada vez más heterogéneas.
