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Un 40% más de civiles muere en Afganistán en 2008

El conflicto de Afganistán se desliza peligrosamente hacia el baño de sangre del iraquí. La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) alertó ayer del recrudecimiento del enfrentamiento afgano, que causó el año pasado la muerte de 2.118 civiles, casi un 40% más que el año anterior y la cifra más alta desde que los talibanes fueron desalojados del poder en 2001.

Según el desglose de la ONU, un 55% de los civiles (1.160 personas) perdieron la vida en acciones atribuidas a los talibanes, mientras que el Ejército afgano y las tropas internacionales fueron responsables de la muerte de 828 personas (el 39%), y el resto no se pudo achacar a ninguna de las dos partes de forma directa.

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El informe revela que el 85% de los civiles muertos por la insurgencia fueron víctimas de ataques suicidas o de la explosión de artefactos colocados por los talibanes, que en 2008 mataron a un 65% más de civiles que el año anterior. La UNAMA alertó además del cambio de "patrón" en los ataques de la "oposición armada", ahora más dirigidos a zonas residenciales "concurridas".

En cuanto a los muertos causados por el Ejército y las tropas de la OTAN, señala el estudio: "Los ataques aéreos continúan siendo responsables del mayor porcentaje (64%) de las muertes atribuidas a las fuerzas progubernamentales". Añade, además, como otros motivos de "preocupación" las redadas nocturnas y las víctimas que se registran cuando las tropas extranjeras disparan contra civiles que se acercan a sus posiciones, temiendo que se trate de talibanes.

Amnistía

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Ayer mismo, dos civiles afganos murieron en la región sureña de Kandahar por disparos de soldados de la OTAN, que temían un ataque insurgente. El coche de los afganos se aproximó a una patrulla de las fuerzas extranjeras y desoyó las instrucciones de detenerse.

Mientras, el Gobierno afgano informó ayer de que al menos 60 talibanes de la región de Wardak, al suroeste de Kabul, han aceptado la amnistía propuesta por el presidente Hamid Karzai dentro del marco de la Comisión para la Paz y la Reconciliación. Esto supone que desde su puesta en marcha a finales de 2005, ya son 7.680 los insurgentes que se han arrepentido y han dejado las armas.

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