_
_
_
_
_
Elecciones 1-M | País Vasco

El PNV esgrime la ilegalización de D3M para insinuar un pacto entre PSE y PP

Las críticas de Rajoy a los socialistas favorecen los objetivos de Patxi López

El veto judicial a la presencia de la izquierda abertzale en las elecciones vascas del 1-M ha venido a condicionar, de entrada, la dialéctica en la petición del voto y, a partir de la misma noche de los resultados, la tipología del futuro Gobierno. Mientras, en este corto plazo de apenas dos semanas entre ambos escenarios, los radicales han vuelto a apoderarse de la calle para exhibir su manual de vandalismo y capacidad de movilización contra su exclusión del Parlamento vasco por primera vez en su historia.

En el primer fin de semana de campaña, el resto de los partidos parecen sentirse concernidos por esta polémica ausencia. El PNV, por ejemplo, no duda en asociar la anulación de las listas de D3M y Askatasuna a una "interpretación interesada de la Ley de Partidos" para así favorecer "un Gobierno PSE-PP", al que también incorporan al nuevo partido de Rosa Díez, aunque de momento ninguna encuesta se atreve a confirmar las reales opciones de UPyD de alcanzar un escaño por Álava.

Más información
DIARIO DE CAMPAÑA
López: "No hay ninguna posibilidad de gobernar con el PNV"

El propio lehendakari Ibarretxe, muy jaleado en los mítines de Vitoria y San Sebastián, alertó ayer a los suyos para que "despierten" y acudan "a votar el 1-M para impedir un Gobierno PSE-PP". No lo hace con la contundencia que le obligaba en 2001 el discurso desafiante de Mayor Oreja y Redondo Terreros porque Patxi López tiene aprendida la lección y no le da argumentos; pero, por si acaso, avisa.

Los socialistas, muy al contrario, han elegido el mensaje de su capacidad de gestión en un Ejecutivo integrador y "nada excluyente" porque saben que el frentismo de hace ocho años fue letal para sus aspiraciones cuando, al igual que ahora, los pronósticos hablaban de "máxima igualdad". El ministro Rubalcaba, a quien en el País Vasco nacionalistas y abertzales le consideran proclive a forzar "como sea" la marcha de Ibarretxe, tampoco eludió el tema de fondo de la campaña. Y lo hizo, en ese tono que agradecen los simpatizantes del partido, para devolver la moneda al PNV, crítico por el veto a las listas abertzales "porque saben que Batasuna es un apéndice de ETA".

El PP también lo tiene claro y por eso Mariano Rajoy no dudó en atribuir a su partido el éxito por la ilegalización de las listas abertzales. Los socialistas están encantados con este discurso de los populares ya que no quieren mostrarse tan aguerridos en un tema que se sabe sutil. Más agradecen, incluso, las críticas que reciben del presidente del PP cuando asegura que "siempre que el nacionalismo tiene un problema de votos, allí aparece un socialista echándoles una mano". Con argumentos así, Patxi López está encantado porque contribuye a extender una idea de alejamiento PSE-PP que diluye la advertencia de Ibarretxe.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Mariano Rajoy, junto a Antonio Basagoiti (a su derecha), ayer en San Sebastián.
Mariano Rajoy, junto a Antonio Basagoiti (a su derecha), ayer en San Sebastián.JAVIER HERNÁNDEZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_