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Caixa Catalunya sacrifica beneficios para reforzar su 'colchón' ante posibles impagos

La segunda caja catalana se adjudica 600 millones en activos inmobiliarios

Adolf Todó se estrenó en la dirección general de Caixa Catalunya en un año, 2008, de lo más complicado. Pero 2009 se avecina peor. La segunda caja catalana despunta entre sus rivales por la morosidad, con una tasa del 5,28%, superior a la media del sector y que habría sido un punto porcentual más elevada si no se hubiera adjudicado inmuebles por 600 millones de euros. Todó explicó ayer esta llamativa evolución (en 2007, estaba en el 1%) aludiendo a que "la caja, en el pasado, hizo una apuesta por las clases populares, precisamente porque uno de los retos de las cajas es evitar el riesgo de exclusión social". El director general enfatizó que ahora "no se va a dar la espalda a las clases populares, que son buenos pagadores", pero añadió: "nuestra principal función es ser cuidadosos y estrictos con el riesgo".

Pero, por lo que pueda venir, la entidad presidida por Narcís Serra se ha pertrechado de un colchón de provisiones, que en total suman 1.700 millones de euros. Pese a los problemas para lograr la devolución de muchos créditos, la caja ha mantenido intactas y en el máximo legal las llamadas provisiones genéricas, que no responden a la necesidad de apagar ningún fuego en particular. Y son 787 millones de euros. Además, para los créditos dudosos con nombre y apellido (el 40% son particulares y el 60%, empresas), en 2008 la caja decidió destinar 881,4 millones. En buena parte, sacó el dinero para hacerlo de las plusvalías obtenidas al vender sus acciones en Abertis.

Este esfuerzo por la prudencia pasó factura al resultado neto de la caja, que cayó el 60,3% para situarse en 193,7 millones de euros. El beneficio recurrente aumentó ligeramente, el 1,8%, hasta los 252 millones.

La entidad financiera destacó el buen comportamiento del margen de intermediación (+6,1%) y del margen del negocio (+6,8%, y que incluye las comisiones). La caja, que intenta reforzar el servicio al cliente y la banca de empresas, no descarta cierres selectivos de oficinas no rentables. Caixa Catalunya no acudirá a la ampliación de capital de Gas Natural.

La obra social se resiente

La crisis afeita el beneficio de las cajas y la obra social, de algún modo, se resiente. Caixa Catalunya dedicó una proporción mayor del beneficio atribuido al grupo a obra social (el 26% frente al 15% en 2007). En términos absolutos, aumentó de los 79,6 millones anunciados en 2007 a los 82 millones en 2008. Pero, de cara a 2009, el presupuesto es el 22% inferior, ya que asciende a 64 millones de euros. "Volvemos a los niveles de 2005", señaló ayer Adolf Todó, quien enfatizó que se recortarán los proyectos "menos prioritarios" y que los esfuerzos se centrarán en el 63% los proyectos asistenciales.

Una de las iniciativas de la entidad será un nuevo programa para ofrecer viviendas sociales de alquiler para jóvenes. En él invertirá 10 millones de euros.

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