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De la Vega: "Pudimos hacerlo mejor"

El Gobierno asume los fallos en su actuación durante la nevada y anuncia reformas para activar antes el plan de emergencias e informar a los afectados

Luis R. Aizpeolea

Una semana después de la gran nevada que provocó el caos total en los accesos a Madrid, el Gobierno se mostró ayer sensible al malestar generado por los fallos de la Administración. La nevada del pasado día 9 obligó a cerrar el aeropuerto de Barajas durante cinco horas y dejó atrapados en inmensos atascos a miles de conductores.

"Pudimos hacerlo mejor"; "llegamos tarde"; "pedimos disculpas a los afectados", fueron algunas de las expresiones autocríticas que deslizó la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tras presentar en el Consejo de Ministros un informe sobre la nevada y sus consecuencias, encargado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Pero la vicepresidenta, en su análisis del caos, evitó llevar las consecuencias del desastre hasta la dimisión de altos cargos. "Más que ineficacia de personas, lo que ha habido ha sido ineficacia de los protocolos; y lo que haremos será una inmediata modificación de los mismos", anunció. Los protocolos determinan qué medios de emergencia se ponen en marcha en función del grado de alarma.

La vicepresidenta admite que los protocolos actuales son ineficaces

De la Vega atribuyó el atasco de la circulación en Madrid a lo "sorpresivo" de la nevada, cuya intensidad y cambio de rumbo no pudo predecir la Agencia de Meteorología hasta minutos antes. Fue a las 7.30 de la mañana cuando la agencia modificó su previsión del día anterior, elevó de dos centímetros a siete la intensidad de la nevada y marcó la alerta naranja, la primera que activa los protocolos de emergencia. Cuando se advirtió del cambio era tarde para paliar las consecuencias: miles de ciudadanos circulaban ya por las carreteras madrileñas.

Según la conclusión del informe del Ejecutivo, los protocolos actuales son "excesivamente rígidos". Y, en consecuencia, la vicepresidenta anunció seis medidas de actuación inmediatas. La primera de ellas, tendente a cambiar las líneas de actuación en casos de emergencia.

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La modificación de los protocolos de respuesta implicará tener en cuenta las especiales condiciones de las grandes ciudades y las infraestructuras de transportes como puertos, ferrocarriles, aeropuertos y carreteras. Según los especialistas de Protección Civil, no se puede esperar como hasta ahora a que se decrete la alerta naranja para empezar a movilizar los medios de emergencia, especialmente en puntos tan sensibles como los accesos a las grandes ciudades o los aeropuertos. Debe haber un nivel intermedio entre la alerta amarilla y la naranja.

Además, se ha previsto aumentar los medios técnicos a disposición de los responsables de la seguridad vial, con la instalación de equipos de localización por satélite en los vehículos de la Guardia Civil. También se aumentará el número de cámaras en los accesos a las ciudades.

El Ejecutivo incrementará los pasos de mediana en las autovías para facilitar la circulación de los vehículos de seguridad y de las máquinas quitanieves "para reaccionar mejor ante este tipo de situaciones". Por último, enviará al Congreso un proyecto de Ley de Protección Civil para mejorar la coordinación entre la Administración General del Estado y las comunidades. Asimismo, posibilitará que la Unidad Militar de Emergencias pueda responder a requerimientos del Estado y no sólo de las comunidades, como sucede ahora.

Atasco  en la autovía de Burgos, a la salida de Madrid, durante la nevada del pasado día 9.
Atasco en la autovía de Burgos, a la salida de Madrid, durante la nevada del pasado día 9.SAMUEL SÁNCHEZ

Facilitar las reclamaciones en Barajas

El aeropuerto de Madrid-Barajas concentró las situaciones más caóticas el día de la gran nevada, el 9 de enero. La dureza de las condiciones meteorológicas obligó por razones de seguridad a cerrar las instalaciones durante cinco horas. Se cancelaron 571 vuelos de los 1.123 programados ese día y se desviaron 62 aviones a otros aeropuertos. Cuando se abrieron, primero, dos pistas, y después, las dos restantes, las compañías no disponían de aviones ni de tripulaciones suficientes para responder a los 45.000 viajeros afectados.

El informe del Gobierno determina que cerrar el aeropuerto fue acertado, al primar la seguridad de los pasajeros. Sin embargo, admite que los viajeros no tuvieron información clara de los retrasos o cancelaciones de sus vuelos, información que compete dar a las compañías aéreas.

Como consecuencia de estos fallos y para evitar que vuelva a ocurrir, el Ejecutivo decidió ayer aumentar las inspecciones de la Agencia Española de Seguridad Aérea para defender los derechos de los pasajeros. Asimismo, se crearán ventanillas únicas de reclamación en las terminales de los aeropuertos, que estarán a cargo de personal específicamente contratado para gestionar denuncias y reclamaciones.

Seis medidas

- Protocolos de emergencias más flexibles y eficaces.

- Más medios técnicos: los coches de la Guardia Civil llevarán GPS.

- Aumento de pasos de mediana en autovías y de máquinas quitanieves.

- Una Ley de Protección Civil para mayor coordinación entre administraciones

- Más inspecciones a las compañías aéreas y mejor información a los usuarios.

- Campañas de sensibilización.

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