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La Guardia Urbana intensificará el control de alcoholemia a motoristas

La moto es el vehículo que causa el mayor número de víctimas mortales

Àngels Piñol

La Guardia Urbana se ha propuesto este año intensificar los controles de alcoholemia entre los conductores de motos y ciclomotores para lograr que descienda el número de de víctimas mortales de ese colectivo. Los datos son elocuentes: en 2008 perdieron la vida en accidente de tráfico 31 personas en la ciudad de Barcelona, de las que 21 eran motoristas y 10 peatones. No hubo el año pasado ningun fallecido que fuera en coche, aunque la racha de 18 meses sin víctimas se quebró justamente anteayer. La estadística dice que el número de accidentes en los que hay motos implicadas bajó en 2008 respecto a 2007 en 58. Pero el descenso es tan leve que el Ayuntamiento quiere intervenir.

Assumpta Escarp, regidora de la Vía Pública, quiere aumentar los controles de alcoholemia como forma de evitar siniestros. "Los turismos no pueden sortear los controles, y las motos, sí", señaló la edil. "No quiero criminalizar al colectivo, pero el parque de motoristas es tan grande que el hecho de que el número de accidentes esté estabilizado nos preocupa", añadió.

Los accidentes han bajado por primera vez en 18 años del umbral de 10.000

La estadística apunta a que los coches se vieron involucrados en 8.081 accidentes, el 14% menos que en 2007; las motocicletas, en 4.567, con una casi inapreciable reducción del 0,20%, y los ciclomotores, en 2.466, con un descenso del 16%. El Ayuntamiento asocia la alta siniestralidad de las motocicletas a la posibilidad de conducir una moto de 125 centímetros cúbicos que tienen los conductores de coche con tres años de antigüedad con el permiso de clase B. "Y no es lo mismo un coche que una moto", añadió la regidora, que invitó a Tráfico a modificar al alza los requisitos. El 35% de los accidentes de moto los sufren conductores de esa clase. Sin embargo, el número de motoristas muertos en carretera se redujo el 29% en Cataluña en 2008.

Pese a todo, el balance que realiza el Ayuntamiento sobre la siniestralidad es positivo porque cree que las campañas de prevención dan resultado. En 2008, por primera vez en 18 años, los accidentes quedaron por debajo del umbral de 10.000 (9.889) y las víctimas mortales disminuyeron el 28%: en 2008 fueron 43, y en 2007, 31. El Ayuntamiento quiere acercarse a las exigencias de la Unión Europea de reducción de siniestralidad y por eso, entre otras cosas, intensificará los controles de alcoholemia entre los motoristas, aunque la mayoría de las víctimas mortales en 2008 perdieron la vida por un choque frontal-lateral ajeno al exceso de alcohol. En 2008, la Guardia Urbana realizó 130.000 controles, frente a los 80.000 de 2007. Las campaña preventivas han surtido efecto: dieron positivo el 7,8% de las pruebas frente al 13,2% de 2007. Un número considerable de los positivos era de motoristas. Dar una tasa de alcohol en sangre superior al 0,60% es delito y las detenciones por este motivo se han disparado: de 1.297 han pasado a 2.361.

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