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El informe final niega la negligencia en el fuego de Guadalajara

Los peritos judiciales avalan la ubicación de la barbacoa origen del incendio

No hubo negligencia en la muerte de los 11 miembros del retén de Cogolludo en julio de 2005 en el incendio de Guadalajara. Y la barbacoa en la que un grupo de excursionistas originó el fuego estaba situada en un emplazamiento "de bajo riesgo". Ésas son las principales conclusiones del informe pericial final encargado por la juez del caso a dos técnicos del Colegio de Ingenieros Forestales. El informe, de 48 folios y al que ha tenido acceso EL PAÍS, supone un varapalo a la instrucción, en la que están imputados decenas de técnicos que participaron en la extinción del incendio, además de los autores de la barbacoa.

El texto concluye: "El operativo de extinción sufrió una combinación de circunstancias que no se pudieron prever ni evitar en función del plazo de tiempo en que ocurrieron, que estas circunstancias fueron ajenas a las normas y planes de prevención de incendios". Además, señala que el jefe del equipo conocía la zona y que no debió de ver bajo la ladera un fuego que les causó la muerte. "La ruta de escape escogida no era mala opción, incluso era buena, bajo condiciones normales y previsibles", según el informe, fechado el 16 de diciembre pasado tras año y medio de investigación.

El documento añade que la incertidumbre tras volcar uno de los camiones "les supuso tener que tomar decisiones en segundos, una de ellas, la principal, fue tomar la ruta más peligrosa sin saberlo".

Los autores concluyen que el retén no murió abrasado, sino asfixiado, y que "la huida de los miembros del operativo de extinción no fue tan desesperada" como señala la acusación. Alega que la caída de uno de los camiones por la ladera, al ser apreciada por el resto del equipo, "les activó un innato sentido de socorro, sentimiento que ralentizó ligeramente la huida prevista".

En julio de 2007, un informe pericial ya descartó la negligencia en la extinción del incendio. "No se aprecia imprudencia ni negligencia en las operaciones de combate del incendio", avaló ese documento. Pero la Audiencia Provincial ordenó realizar otro teniendo en cuenta las llamadas realizadas al 112. La decisión la tomó Concepción Espejel, hoy vocal del Consejo del Poder Judicial a propuesta del PP, partido que ha comparado la catástrofe con el Prestige. Tras aquel informe, y en un acuerdo contrario a la Ley Electoral, el Poder Judicial trasladó a la entonces titular del caso, Concepción Azuara, y la remplazó por María del Mar Lorenzo. Azuara rechazó imputar a técnicos y políticos, pero tras el cambio en el juzgado, Lorenzo comenzó a imputar y llegó hasta la ex consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo.

El informe final pedido por la juez también defiende la ubicación de la barbacoa que originó el incendio. "La ubicación del área recreativa de la Cueva de los Casares [en la que comenzó el fuego] entendemos que era adecuada como protección al medio natural", al estar en el borde exterior del monte. Y añade que esa barbacoa -de la que no duda que fue origen del fuego- "técnicamente tiene unos parámetros de bajo riesgo de incendio".

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