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El 'lehendakari' convoca comicios anticipados

Ibarretxe solapa las elecciones vascas con las gallegas para debilitar a sus rivales

Los comicios del 1 de marzo quitan tiempo a EA y obligan a PP y PSOE a un sobreesfuerzo electoral

Las elecciones vascas coincidirán por primera vez, por voluntad del lehendakari, Juan José Ibarretxe, con otros comicios autonómicos, los gallegos, convocados con anterioridad para el 1 de marzo. Esa misma será la fecha de las elecciones vascas, una decisión que la oposición considera una muestra de temor y debilidad, de prisa por "agotamiento", en opinión del PP, y por la conciencia de que "el tiempo corre en contra [del PNV]", según el PSE.

La legislatura autonómica vasca debía terminar el 23 de marzo, fecha límite que tenía el lehendakari para disolver el Parlamento vasco (las anteriores elecciones se celebraron el 17 de abril de 2005 y la ley obliga a disolver la Cámara 25 días antes de cumplirse los cuatro años). Finalmente, Ibarretxe ha optado por acelerar los tiempos y firmará el decreto el lunes, tras reunir ayer en consejo extraordinario a su Gobierno tripartito (PNV, EA y EB) para comunicar la decisión.

La oposición cree que la intencionada coincidencia revela debilidad y temor
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Esta premura se debe a que el día 5 es la fecha límite para lograr esa buscada simultaneidad con las elecciones de Galicia, pero es contradictoria con su afirmación del martes en la Cadena SER de que no había prisa para la convocatoria. Ibarretxe se expresó así al día siguiente de sacar adelante, con el respaldo del PSE-EE, los presupuestos para 2009. Ayer indicó que precisamente una vez aprobadas las cuentas, conviene "no perder tiempo". "El tiempo es muy importante en la actual coyuntura (...) y es bueno celebrar las elecciones sin pérdida de tiempo el primer domingo de marzo", señaló. Ibarretxe ni mencionó ante la prensa la coincidencia con las elecciones gallegas y a las preguntas planteadas después se limitó a responder que "cada uno tiene libertad para convocar cuando crea oportuno". Tampoco mencionó, al hacer balance de su tercer mandato, el desenlace de la consulta. "No tenemos motivos de frustración en esta legislatura", aseguró. Incluso sus socios se mostraron sorprendidos y al menos uno de ellos, EA, se quejó del poco tiempo que la decisión deja a la precampaña en Euskadi.

El lehendakari ha buscado deliberadamente ese solapamiento, que la oposición interpreta como una muestra de debilidad. Ibarretxe se presenta como candidato del PNV por cuarta vez, pero en esta ocasión sin la alianza con EA de 2001 y 2005. Ese hecho, y la probabilidad de la alternancia por primera vez en 30 años de autonomía, le habrían movido a tratar de neutralizar al menos el efecto de arrastre que podría tener sobre el electorado vasco un éxito socialista en Galicia, previo y muy pegado en el tiempo.

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La decisión, más sorprendente aún por la inclinación de Ibarretxe a subrayar las singularidades del País Vasco, resulta inédita en España: ninguna comunidad autónomica de las que tienen capacidad para fijar la fecha de sus elecciones, Andalucía, Cataluña, Euskadi y Galicia, las ha hecho coincidir nunca con las de otra.

El lehendakari ha optado por sacrificar la singularidad de Euskadi en el altar de sus intereses más prácticos. La simultaneidad de las campañas vasca y gallega obligará a socialistas y populares, pero sobre todo a los primeros -cuyo candidato, Patxi López, se disputa la lehendakaritza con Ibarretxe- a repartir la presencia de sus líderes nacionales y de Gobierno en las dos comunidades. Otro de los efectos de este adelanto de algo menos de dos meses será acercar el día de la votación a la conclusión del juicio contra Ibarretxe, López y dirigentes de la ilegalizada Batasuna. La vista se inicia el día 8 de enero y se prolongará hasta el 22. La campaña vasca empezará el 13 de febrero y la sentencia podría conocerse antes o durante ella, aunque el tribunal podría retrasarla hasta después de las elecciones.

Ibarretxe ha querido también acortar la obligada convivencia dentro de su gobierno de tres partidos que en la calle se disputan ya los votos y se retiran los apoyos. El lehendakari soportó muy mal el abandono la semana pasada de EA en el escándalo del Museo Guggenheim. Este partido, sobre el que el Ibarretxe ejerció personalmente sin éxito fuertes presiones desde noviembre, votó con la oposición en el Parlamento un dictamen que censura a la consejera de Cultura y portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate. Como consecuencia de ese deterioro y de las fuertes dudas sobre los resultados de las elecciones, Ibarretxe eludió ayer pronunciarse sobre la proyección de futuro de la fórmula tripartita de Gobierno, su única apuesta para seguir al frente del ejecutivo autonómico.

El <i>lehendakari,</i> Juan José Ibarretxe, tras la comparecencia en la que anunció la fecha de las elecciones en el País Vasco.
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, tras la comparecencia en la que anunció la fecha de las elecciones en el País Vasco.EFE
Ibarretxe compareció en la sede de Lehendakaritza para dar a  conocer la fecha de los comicios, que coincidirán con la celebración  de las elecciones gallegas.Vídeo: AGENCIA ATLAS

Revés para Touriño

Un Consejo extraordinario de Gobierno celebrado a 600 kilómetros de distancia trastocó ayer los planes del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, partidario según ha repetido estas últimas semanas de que "Galicia tenga un escenario propio y vote en clave de país". Con ese doble objetivo, anunció hace dos semanas los comicios para el primer domingo de marzo. Se trataba de evitar la coincidencia con las europeas y de ganar tiempo ante el lehendakari con el objetivo de separar ambas citas electorales. Pese a que el anuncio de Ibarretxe no cayó bien en la sede del Ejecutivo gallego, Touriño ratificó ayer el 1 de marzo como fecha electoral y mantuvo su decisión de disolver el Parlamento el próximo lunes. "Los comicios vascos no suponen interferencia. Galicia elegirá autónomamente a su Parlamento y a su presidente", aseguró. Otra cosa sería, en su opinión, que se solapasen dentro de la comunidad dos procesos distintos.

Fuentes del PSdeG aseguran que el nuevo escenario no reducirá la ya limitada presencia del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en la campaña gallega. El PP mientras, apela a la importancia de las gallegas para estas siglas y también para su presidente nacional, con lo que la presencia de Rajoy en Galicia está garantizada. El portavoz nacional del BNG pidió que se vote en clave gallega.

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