Un año de un plumazo. Barcelona adelantado 365 días las previsiones de obras y equipamientos para 2010. El objetivo es consumir los 284 millones de euros que le corresponden a la ciudad de los fondos locales del Gobierno central -el llamado plan Zapatero- como una de las medidas de choque ante la crisis.
La Oficina Antifraude, el flamante organismo que debe evitar malas prácticas económicas en la Administración catalana, no tendrá las manos tan libres como en su día publicitó el Gobierno catalán.
La sequía terminó ayer en el área barcelonesa de forma oficial. Lo hizo tras 19 meses de restricciones por la escasez de agua y con los embalses del Ter-Llobregat al 72,7% de su capacidad. El volumen acumulado, que casi triplica el de hace 12 meses (27%), no bastará para llenar las fuentes de Barcelona.
Las juventudes de Esquerra Republicana (JERC) han recibido este año nada menos que 47.000 euros en subvenciones de la Secretaría de Juventud de la Generalitat, una cantidad muy superior a la suma de las ayudas percibidas por el resto de organizaciones políticas de este tipo.
Guerra de cifras entre los sindicatos CC OO y UGT y la Generalitat sobre las plazas de maestros y profesores en las oposiciones. Los sindicatos dicen que se convocarán menos de las previstas entre 2009 y 2011. El Departamento de Educación replica que en el periodo 2006 y 2007 se convocaron más de las que estaban previstas.
El Ejecutivo catalán aprobó ayer un plan, cuya principal medida es una nueva línea de avales del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) de 500 millones de euros para ayudar a superar los problemas de liquidez de empresas que tengan "proyectos de futuro y sean viables", destacó la consejera de Trabajo, Mar Serna.
Maite, una niña que ahora tiene ocho años, es la principal testigo de cargo del caso Alba, a pesar de que su padre, Francisco Javier Pérez, es uno de los acusados. A los pocos meses de suceder la brutal paliza, la pequeña relató a un equipo de psicólogos los supuestos malos tratos que sufría su hermanastra y que ella misma presenció.
Anoche la lluvia y el frío habían convertido Montjuïc en un lugar desapacible. A pesar de ello en el interior de la sala anexa del Palau de Sant Jordi no se notaban ni el frío ni la humedad, al contrario: un calor intenso reinaba en el recinto olímpico. Un calor reconfortante, más producto del amor que de la calefacción.
ISRAEL PUNZANO | Barcelona
Joost Smiers defiende una diversidad cultural sin trabas mercantiles