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Bélgica defiende la venta de Fortis, anulada por la justicia

Miles de pequeños accionistas rechazan la operación

Andreu Missé

El Gobierno belga busca alternativas tras la sentencia del Tribunal de Apelación de Bruselas del pasado viernes que anuló el desmantelamiento de Fortis y su posterior venta parcial al grupo francés BNP. El presidente del Gobierno, Ives Leterme, mantuvo ayer una reunión urgente con destacados miembros de su gabinete para decidir si recurría el fallo judicial y encontraba la fórmula para mantener la venta al grupo bancario francés.

Leterme y el ministro de Finanzas, Didier Reynders, aseguraron que "su objetivo prioritario es el de la protección de los clientes y ahorradores, así como de los trabajadores de Fortis Banque Belgique".

Los tres jueces del Tribunal de Apelación dieron la razón a un grupo de unos 2.000 accionistas minoritarios que impugnaron tanto la decisión de desmantelar el banco como su posterior venta a BNP por no contar con su consentimiento. La demanda de los accionistas en la que pedían poder votar sobre la desmembración del grupo y su posterior venta parcial había sido rechazada previamente por el Tribunal de Comercio.

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Fortis, heredero de la antigua Caisse General d'Epargne et de Retraite, (CGER), en la que se inspiró La Caixa para su constitución, era la entidad que dominaba las actividades bancarias y de seguros de Bélgica. Contaba con más de 85.000 empleados, millares de accionistas y varios millones de clientes.

Hundimiento

El banco se hundió en septiembre a consecuencia de sus inversiones especulativas en subprimes (hipotecas de alto riesgo) en EE UU y no poder digerir la adquisición de ABN Amro, en 2007, operación en la que invirtió 24.000 millones de euros.

El grupo fue salvado de la quiebra tras una rápida operación de ayudas públicas por un valor de 11.200 millones de euros por parte de los tres Gobiernos del Benelux, de los que 4.700 millones fueron belgas.

Una semana después, el 3 de octubre, el grupo fue desmembrado, de manera que la totalidad de las actividades belgas de Fortis volvieron al Estado belga, que anteriormente ya había poseído el 100% de la CGER. Por su parte, Holanda adquirió, por 16.800 millones de euros, los activos y actividades de banca y seguros de Fortis en su país, incluida su joya financiera, ABN Amro.

Tres días después, el Gobierno belga revendió por 14.700 millones su participación en el banco belga a BNP. La operación suscitó por otra parte recelos, porque la entidad francesa había recibido 2.500 millones de ayudas públicas de París, aunque la compra fue autorizada por la Comisión Europea.

El malestar de los pequeños accionistas también quedó puesto de manifiesto en las juntas celebradas a principios de este mes, en las que recusaron al Consejo de administración. El Tribunal de Apelación ha fijado un plazo para mediados de febrero para que la junta extraordinaria de accionistas decida autorizar o no estas operaciones.

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