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Reportaje:La caída del jefe militar de ETA

Tras la pista de 2936 ZL 75

Correos electrónicos detectados por el CNI y un coche nuevocon matrícula antigua condujeron a la policía hasta Txeroki

Querían pasar una semana de relax en la estación de esquí de Couterets. Pero el descanso sólo duró cuatro días. Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki y Arrano (águila, en euskera), un dirigente etarra obsesionado con la seguridad, que ha llegado a usar en los últimos tiempos hasta tres domicilios diferentes, fue detectado en la estación pirenaica gracias a una investigación conjunta de los servicios de información franceses y de la Guardia Civil. Una matrícula de otra época y varios correos electrónicos acabaron con el mito del jefe militar más escurridizo de la historia reciente de ETA.

Los servicios de información lograron ubicar al terrorista tras controlar los correos remitidos por el presunto jefe de los comandos de ETA desde su ordenador a otros activistas. Pero, además, la policía seguía la pista de un coche "robado hace unas semanas" y con placas falsas. En concreto, el vehículo era un modelo nuevo, Peugeot 207, que no casaba con su matrícula antigua de París (con sólo dos letras), de las que ya no se emiten: 2936 ZL 75.

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Tras localizarlo en Cauterets y comprobar que las placas eran falsas, como sospechaban, los servicios de información verificaron que estaba siendo usado por una pareja identificada posteriormente como Txeroki y Leire López Zurutuza.

El jefe había perdido su característica melena. Se había rapado el pelo. En el apartamento, los agentes hallaron también una peluca, gafas y una gorra con las que pasaba desapercibido. Él y su acompañante intentaban pasar por una pareja española más.

Zurutuza, ex concejal de Batasuna en Beasain (Guipúzcoa), no es la compañera sentimental de Txeroki. Reclutada en 2004 por el propio Aspiazu y encuadrada en el comando Zapa hasta principios de 2005, cuando regresó a Francia, entraba regularmente y de forma clandestina en España, donde tenía el cometido de organizar los comandos de legales (no fichados) de acuerdo con las instrucciones del jefe militar etarra. Mantenía contacto permanentemente con Txeroki.

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Fuentes de la investigación confirmaron a EL PAÍS que López Zurutuza huyó a Francia a raíz de la reciente desarticulación del comando Nafarroa. Desde hace poco más de una semana se refugiaba junto a Txeroki, al que acompañó hasta los Pirineos en lo que pretendía ser una semana de asueto.

Txeroki alquiló el jueves pasado el pequeño apartamento donde, sobre las 3.30 de ayer, irrumpieron los agentes de las fuerzas de asalto francesas. En el dispositivo también participaron compañeros de armas de los guardias Fernando Trapero y Raúl Centeno, asesinados el 1 de diciembre de 2007 en Capbreton. Txeroki es, según la policía, el tercer terrorista (los otros dos ya están arrestados) que participó en el doble asesinato.

En el apartamento, registrado ayer minuciosamente, junto a las armas, dos ordenadores y seis lápices informáticos de memoria, la policía halló 3.242 euros, documentación falsa francesa, británica (un permiso de conducir) y española, además de planos de Biarritz y Anglet. Desde que accedió a la jefatura de los comandos, a finales de 2003, Txeroki había burlado en varias ocasiones a la policía. Ayer quedó entre rejas.

Leire López Zurutuza, detenida con Txeroki, anoche en la gendarmería de Cauterets.
Leire López Zurutuza, detenida con Txeroki, anoche en la gendarmería de Cauterets.REUTERS

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