"Ahora vivo de la memoria"

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España nombró ayer a la actriz María Isbert, de 91 años, académica de honor por toda su trayectoria. "Somos deudores del apellido Isbert, como somos deudores de la larga y variada, admirable y envidiable filmografía de María Isbert, maestra en el muy sano ejercicio de ponerse en la piel del otro, un ejercicio que yo convertiría en obligatorio en todas las escuelas, como método de aprendizaje de civismo y convivencia", dijo la presidenta Ángeles González-Sinde.

Desde su debut en la obra dramática Nuestra Natacha, en 1936, en la que compartía reparto con su padre, Pepe Isbert -junto al que trabajó a lo largo de ocho años en su compañía teatral-, María Isbert se ha convertido en una de las más prolíficas actrices españolas, con una carrera de más de 250 títulos.

Se inició en el cine bajo la dirección de Juan de Orduña con la película La vida empieza a media noche, a la que siguieron otros filmes como La gran familia, Milagro en Londres, ¡Cómo está el servicio! o Amanece que no es poco, hasta su última aparición en el cine con La gran aventura de Mortadelo y Filemón. La intérprete recordó también de manera muy especial su paso por el teatro. "En él siempre he sido muy feliz. Ahora estoy muy vieja y lo echo de menos. Ahora vivo de la memoria", aseguró.

Fueron muchos los compañeros que estuvieron ayer con María Isbert, entre ellos otro gran veterano como Manuel Alexandre: "Siempre que he trabajado contigo me has puesto en un aprieto; es muy difícil trabajar contigo y que no borres el protagonismo de los demás", dijo.