_
_
_
_
_
Entrevista:JOSÉ MARÍA FIDALGO | Secretario general de CC OO | Comienza la batalla por Comisiones Obreras

"Es más una revuelta palaciega que una plataforma alternativa"

Miguel Ángel Noceda

José María Fidalgo Velilla (León, 1948), médico traumatólogo, tiene un verbo fácil. Habla con una potente voz mientras desparrama sus dos metros de altura en la silla de su despacho de la sede de CC OO. A veces se muestra airado, aunque básicamente aparece tranquilo. Empieza la entrevista con ironía.

Pregunta. ¿Le ha sorprendido la nueva corriente que se ha montado para arrebatarle el puesto?

Respuesta ¿Qué corriente?

P. La que encabeza Toxo, ¿no se ha enterado?

R. Es que a mí Ignacio [Toxo] no me ha dicho nada. Estoy enterado por la prensa.

P. ¿Pero le sorprende o no?

R. No me sorprende. Pero sí me provoca perplejidades y extrañezas. Primera, algunas personas que se dice que estuvieron en la reunión del lunes no acudieron. Segunda, de los citados hay tres personas, Ignacio, Rodolfo [Benito] y Agustín [Moreno] que quisieron ser secretarios generales y no lo consiguieron. Y es que cada vez que el congreso rechaza a alguien como secretario general suele tener por costumbre montar una pandilla. Espero que esta vez sea la última. Tercera, ¿cómo es posible que las dos corrientes minoritarias, que están bastante desarmadas, congenien ahora con el secretario de Acción Sindical [Toxo] que ha conducido los últimos cuatro años las negociaciones colectivas contra las que han votado sistemáticamente? Por eso, me sorprende que ahora sea su adalid. Y la última es por qué se ha montado un debate cuando no hubo enmiendas a la ponencia confederal y los delegados para el congreso prácticamente están decididos.

"Creando una nueva facción no se llega a una candidatura única"
Más información
"Me presento porque no hay disposición de cambio"

P. Le acusan de no aceptar cambios.

R. ¿Cambios de qué?

P. Usted sabrá, yo no sé cuáles.

R. Es que yo tampoco. He leído con bastante estupor (en boca de nadie, por cierto) informaciones tildándome de autoritario o de tomar decisiones al margen de la organización. Eso es imposible, aquí las decisiones se toman por el máximo órgano. Como no sé quién lo dice, no voy a responder.

P. Pero lo tendrá identificado.

R. No, porque en los periódicos no se identifican. A mí esas cosas no me gustan; me parece una forma de funcionar, que es mala y cobarde. Estas cosas se discuten en los órganos y en último término, como dijo el Gran Capitán, del campo saldrá la verdad.

P. O sea que está dispuesto a llegar hasta el final.

R. ¡Estaría bueno! Yo voy a llevar para adelante lo que le estoy contando.

P. Antes ha dicho que Toxo, que por cierto no se llegó a presentar nunca, tiene la mala costumbre de montar pandillas.

R. No, no; Toxo, no. Yo he dicho que en este sindicato se ha reproducido desde los tiempos de Marcelino [Camacho] algo que parece una maldición bíblica: que el que quiere ser secretario general y el congreso le dice que no, tiene el hábito de montar un grupo. Y a eso le llaman favorecer el pluralismo. Yo creo que el sindicato está suficientemente maduro en relación a estas historias de ida y vuelta y sabrá lo que tiene que hacer. Por eso estoy tan tranquilo.

P. Conocía la reunión a la que se ha referido, a la que fueron varios secretarios generales, claro.

R. Aquí se conoce todo, pero cada uno se reúne con quien le da la gana. Sé que hay organizaciones que no han tomado decisiones y si ha ido el secretario general habrá ido a título personal. Pero tampoco he oído pronunciamientos. Que habrá organizaciones que mayoritariamente apoyen a Ignacio, pues tampoco sería anormal porque es una persona de trayectoria larga y reconocida en el sindicato.

P. ¿Cree que Toxo ha podido estar influido por esas corrientes?

R. No lo sé, de verdad. Ni soy psiquiatra ni psicoanalista.

P. ¿No cree que la presentación de Toxo fomenta la división?

R. Me remito a la primera respuesta. Parece una mala costumbre y la gente que practica eso nunca ha sido recompensada. Esto tiene más que ver con una revuelta palaciega que con la creación de una plataforma alternativa. Y esas operaciones en el sindicato son muy castigadas, porque no sólo tiene mucho instinto de supervivencia, sino también mucha ambición colectiva.

P. Toxo asegura que cuenta con apoyo suficiente para ganar.

R. También he leído que contaban con la simpatía del Gobierno y no se me va a ocurrir llamar a Zapatero. Si tuviera que creerme a pies juntillas lo que dicen, pues estaría loco. Hay gente que se puede creer hasta lo que dice después de haberlo publicado.

P. ¿Y si le ofrece formar una candidatura única?

R. A mí no me tiene que ofrecer nada. Yo no voy a negociar nada. Entre otras cosas porque yo hablo directamente con las organizaciones, no necesito ni comisionistas, ni intermediarios, ni portavoces de otros.

P. Le veo muy seguro.

R. Estoy, digamos, reconciliado conmigo mismo. Tengo otras preocupaciones, como son el ajuste del empleo, la caída de las empresas, el futuro de la política industrial del país, por si todos los parados tendrán cobertura...

P. ¿Usted por qué se presenta?

R. Yo expliqué en junio que me iba a presentar y para qué. Me lo pensé mucho y mucha gente me indicó que debía hacerlo. Me presento fundamentalmente porque creo que en los dos últimos mandatos la gestión ha sido exitosa, tanto en términos organizativos, como de afiliación (el sindicato tiene medio millón más de cotizantes que cuando yo llegué) y hemos ganado tres veces las elecciones. Yo no me atribuyo nada, y como sé que ahora viene muy mala he querido seguir porque no soy de los que dan la espantada. El sindicato va a pasar una situación de trabajo complicadísima y lo complicado no es el congreso. La gente está pensando en cómo le va a ir con la crisis.

P. ¿Qué prevé?

R. Mi objetivo es cerrar una lista única incluyendo en el equipo de gobierno a gente con capacidad para gobernar con el programa de acción no para que vengan y hagan oposición. Eso es imposible con un sindicato dividido. Los trabajadores no necesitan discursos, necesitan a los sindicatos.

P. Lo de la lista única también lo dice Toxo.

R. Podría contestarle: yo lo dije antes, yo soy el secretario general o yo tengo más apoyos. Pero, desde luego, como no se llega a una candidatura única es intentando componer una nueva facción. He hablado con secretarios que no son de mi corriente que me van a apoyar.

P. ¿Qué reformas plantea?

R. El programa de acción es público, aprobado por el confederal con más del 90%. Tiene que haber una comisión ejecutiva, un equipo de gobierno y un órgano máximo entre congresos cuya composición es ponderada en relación con el peso afiliativo.

P. ¿Y de puertas afuera?

R. Hay que funcionar mejor en las empresas, cubrir cada vez más tejido productivo, pelear abajo y fortalecer la acción sindical. Se ha avanzado bastante y se ha notado en afiliación. Además, continuaremos con las políticas activas, la mesa de política industrial y la de formación profesional.

P. ¿Cree que puede descuidarse la acción sindical?

R. No, hombre, no. Además él sabe que tiene un encargo que es sentarse a hablar de una nueva negociación colectiva que ya le hemos pedido a la CEOE para que los convenios colectivos sean pacíficos y sigan combinando la mejora de los salarios con la viabilidad de las empresas. Sólo falta que la CEOE componga el equipo.

José María Fidalgo, durante la entrevista.
José María Fidalgo, durante la entrevista.CLAUDIO ÁLVAREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_