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Ya no hay refugio donde guarecerse. La teoría del desacople -según la cual los países emergentes podrían, por una vez, amortiguar el impacto de la crisis financiera de EE UU y Europa- ha saltado por los aires. Países de Europa del Este, Latinoamérica y Asia han visto desplomarse sus Bolsas, sus bonos y sus divisas.
Lo que está en juego es la reputación de los bancos y eso es difícil de cuantificar en millones de euros. Pero es algo que saben los buenos banqueros que tiene mucha importancia a largo plazo. Tanta como para perder unas buenas decenas o centenares de millones de euros, aunque haya crisis financiera.
Nicolas Sarkozy hará en Francia lo que quiere que haga la Unión Europea (UE) para afrontar la crisis: creará un fondo público para salvar a las "empresas estratégicas" que se encuentren en dificultades y que, a causa de su baja cotización bursátil, podrían caer bajo el control de fondos de inversión o de capital extranjero.
La Caixa ganó 1.571 millones de euros en los primeros nueve meses del año, en un ejercicio "complicado" en el que la entidad asegura que su prioridad es "la fortaleza financiera". Este beneficio es un 14% inferior al que obtuvo entre enero y septiembre del año pasado, un periodo en el que se había embolsado 360 millones de atípicos.
Alan Greenspan, presidente de Reserva Federal (Fed) desde 1987 a 2006, reconoció ayer que se equivocó "parcialmente" al valorar los riesgos asociados a los derivados de deuda que están detrás de la crisis. Y dijo que no fue capaz de anticipar la amplitud y severidad del "maremoto crediticio" que tiene en jaque al sector financiero.
La crisis aprieta, pero no ahoga a todo al mundo. O no ahoga a todo el mundo por igual. La eléctrica Iberdrola publicó ayer los resultados obtenidos en los nueve primeros meses, con un aumento de los beneficios espectacular.
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