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El PP se opuso, hoy guarda silencio

La posibilidad de seleccionar un embrión para que dé lugar a un niño que sea donante de su hermano enfermo fue aprobada en la última reforma de la Ley de Reproducción Humana Asistida, votada en 2006. Todos los partidos apoyaron la propuesta, con dos excepciones: el PP y Unió Democràtica de Catalunya (UDC).

La ex diputada popular Mercedes Roldós (ahora consejera de Sanidad en Canarias) basó su rechazo en que estaba "defendiendo la dignidad del embrión humano". La ley no se centra en "las necesidades de las parejas", dijo Roldós, y beneficia a las "clínicas privadas". "Carece de justificación clínica y social", no responde a una "demanda científica" y rebaja la "protección para las madres y los embriones", añadió. La ex diputada acusó además al Gobierno de tener "oscuros motivos sociales" al aprobar lo que ella llamó bebés-medicamento. Y lo dijo en 2006, dos años después de que un centro oficial de Valencia, gobernada por el PP, creara células madre destruyendo embriones.

Ayer, los portavoces del PP eludieron comentar el caso del niño que ha nacido en Sevilla y cuyo cordón umbilical servirá para curar a su hermano.

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